A diferencia de la operación aludido, en la que todavía participó Reino Unido, esta ha sido llevada a término nada más por Estados Unidos. “Estos ataques no tienen asociación y son independientes de la ‘Operación Guarda de la Prosperidad’, una coalición defensiva de más de 20 países que operan en el Mar Rojo, el Reprimido de Bab al Mandeb y el Sinvergüenza de Adén”, se lee en el post de X.
Los hutíes, respaldados por Irán, controlan la renta de Yemen, Saná, y otras zonas del boreal y el oeste del país desde 2015. A raíz de los bombardeos de Israel sobre la Franja de Lazada por los hechos del 7 de octubre, han respondido atacando embarcaciones con algún tipo de conexión con Israel.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha remitido este viernes una carta al presidente del Congreso, como parte de sus “esfuerzos para sustentar(lo) plenamente informado”, en la que ha descrito el ataque del pasado 11 de enero contra los rebeldes hutíes de Yemen como una “medida necesaria” con el objetivo de “disuadir futuros ataques”.
“Los ataques se llevaron a término para disuadir y degradar la capacidad de los hutíes de resistir a término futuros ataques y se llevaron a término de una modo diseñada para amurallar el peligro de una subida y evitar víctimas civiles”, ha explicado Biden en la misiva.