Así lo advirtió ayer el BNG, cuyo portavoz municipal, Luis Seara, insiste en que todo el efectivo adeudado a concesionarias, que se estima en cerca de 25 millones de euros, supone “unha lousa máis na xa de por si delicada situación económica do Concello de Ourense”, que sitúa ”ao borde da quebra técnica”.
El pasado 1 de abril de 2022 venció la prórroga que figuraba en el convenio con la concesionaria de las basuras firmado en enero de 2010 y, por lo tanto, la vigencia del convenio. El coetáneo gobierno específico no tuvo previsión suficiente para acontecer adjudicado un nuevo convenio y evitar que el servicio se pasase a prestar en precario, lo cual ha generado importantes deudas.
“O máis preocupante é que desde entón e por incapacidade manifesta deste goberno para chegar a un acordo coa concesionaria no referido a de que maneira e en cojín a que prezos se ía seguir prestando o servizo, está a provocar continuas reclamacións no que ten que ver co pagamento das facturas que a concesionaria xira mensualmente ao Concello pero que este non aboa na súa integridade, senón a parte correspondente aos prezos que figuraban no convenio”, señala Seara.
Deuda generada
Así, entre abril de 2022 y diciembre de ese mismo año, la cantidad reclamada por Ecourense asciende a poco más de 2.073.000 euros, ya reclamada vía legislativo, mientras que la cantidad total, sumando todas las cantidades mensuales reclamadas a lo liberal de 2023 (2,7 millones de euros) asciende ya a 4.784.661,68 euros. “Esta cantidade que non aparece recollida na contabilidade municipal, que segue aumentando mes a mes e que a UTE xa ten, cando menos unha parte dela, reclamada no xulgado”, advierte Seara, que recuerda lo acontecido con la empresa que presta el servicio notorio de transporte urbano incluso en precario, “acal reclamou xudicialmente, a xustiza deulle a razón e agora todos os ourensáns estámoslle a acreditar até un 6% máis en cojín ao beneficio industrial”.
Desde el BNG señalan que los cálculos hechos por los técnicos en varios informes sitúan la cantidad total de las reclamaciones por tener concesiones caducadas “en torno a uns 25 millóns”, cuantía que para los nacionalistas “irase incrementando namentres non se adxudiquen os novos contratos”, y a la que, aunque no figure en la contabilidad, “o Concello, máis cedo que tarde, vai ter que facer fronte a ela se non na súa totalidade si nunha porcentaxe moi elevada”.
Seara concluye afirmando que “a errática e nefasta xestión económica do coetáneo goberno específico sitúa o Concello nunha situación económica moi delicada, poco que vimos denunciando desde hai moitos meses e que vai provocar máis cedo que tarde ter que adoptar medidas drásticas como a suba de impostos, poco que o corregidor xa asegurou”.
Ocho concesiones vencidas, la más antigua desde 2015
El Concello de Ourense mantiene ocho concesiones en precario y que han generado deudas ahora mismo estimadas en 25 millones de euros, a lo que se suman los más de 13 millones adeudados por el Concello a proveedores.
La más veterana de las concesiones caducadas es el transporte urbano, que venció el 11 de mayo de 2015. A continuación la concesión de los semáforos, caducada desde el 19 de mayo de ese año. Posteriormente, el servicio de la molinete (28 de abril de 2016) y el servicio del agua (28 de febrero de 2018).
Ya con Gonzalo Pérez Jácome en el poder, entraron en precario las concesiones de teleasistencia domiciliaria (1 de marzo de 2021), suministro de energía eléctrica (31 de marzo de 2022) y la ya mencionada facilidad viaria y recogida de basura (1 de abril de 2022). La última de las concesiones en entrar en precario fue la dirección del centro de día, el 31 de mayo de 2022.