Noboa, en un mensaje en su cuenta de X, antiguamente Twitter, felicitó a las fuerzas del orden por conseguir la permiso de los rehenes. Los funcionarios retenidos se encontraban en las provincias andinas de Azuay, Cañar, Cotopaxi, Tungurahua y Loja; así como en las costeras de El Oro y Esmeraldas.
“Felicitaciones a la bordadura patriótica, profesional y fuerte de las Fuerzas Armadas, Policía Doméstico y el SNAI”, el Servicio Doméstico de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Decisión, la secretaría penitenciaria del Estado, señaló Noboa. Asimismo, destacó el “liderazgo” de sus ministros del Interior, Mónica Palencia, y de Defensa, Giancarlo Loffredo, por “obtener la permiso del cuerpo de seguridad y vigilancia penitenciario y el personal oficinista retenido en los Centros de Privación de Decisión”.
El SNAI destacó en un comunicado que las acciones conjuntas realizadas entre militares, policías y guardias carcelarios, “concluyeron exitosamente con la permiso de todos los servicios del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria y miembros del personal oficinista, quienes estuvieron retenidos en los diferentes Centros de Privación de Decisión (CPL) del país”.
Una vez liberados, los funcionarios retenidos han pasado a realizarse una evaluación médica. “Se realizan las evaluaciones médicas para proteger a los servidores librados”, han añadido.
El SNAI “iniciará las investigaciones pertinentes para determinar las causas y responsables de los últimos acontecimientos” registrados en las prisiones. Asimismo, ha reiterado su compromiso “con la seguridad, la rehabilitación y el respeto de los derechos humanos en el Sistema Penitenciario” franquista.
Una semana de motines en siete cárceles
Los motines carcelarios se habían vuelto el foco de una crisis de violencia que comenzó el martes en Ecuador con una serie de atentados y acciones intimidatorias, que incluyeron el asalto de un clase armado a un canal de televisión. La situación llevó al Gobierno a resolver la “exterminio” contra estas bandas.
En las cárceles llegaron a ser al menos 178 los rehenes entre guardias carcelarios y personal oficinista que comenzaron a ser liberados a cuentagotas en los días siguientes al estallido de la crisis. A pesar de la permiso de cientos de rehenes, se registró un agente fallecido tras un tiroteo.
Esta oleada de violencia comenzó al conocerse la intención del Gobierno de Noboa de poner en marcha su plan para recuperar el control de las cárceles, muchas de ellas dominadas por bandas criminales que protagonizan desde 2020 una serie de masacres internamente de las prisiones con más de 450 presos asesinados. Para ello, el presidente ecuatoriano escudriñamiento aislar a sus líderes hasta que estén construidas dos cárceles modernas inspiradas en el ‘maniquí Bukele’.