Los voluntarios han estado toda la oscuridad sin adormilarse, en el Centro de Atención Temporal para Extranjeros de Valverde, Francis Mendoza, coordinador de Protección Civil de El Hierro, explica que no ha parado en toda la oscuridad: “Fue una oscuridad muy frenética donde no paraban de alcanzar guaguas dejándonos a los inmigrantes para darles cenas, atención medica… Fue muy válido”.
Pasan allí las primeras horas bajo custodia policial y luego son derivados a centros de acogida como el Canarias 50, en Gran Canaria. A las puertas de este antiguo cuartel marcial rehabilitado, se ven a diario a decenas de inmigrantes entrando y saliendo, ya que allí van a manducar y adormilarse pero el resto del día lo pasan fuera. Fuego la atención la gran cantidad de mujeres que hay en los últimos días, algunas embarazadas o con niños muy pequeños.
Las personas detrás de los números
La mayoría de estos inmigrantes proceden de Mali, Senegal o Gambia, como Youseff que nos cuenta que llegó el 2 de enero. Hablamos con una muchacha marroquí, que llegó hace tres semanas, está oportuno por estar en Gran Canaria, quiere estar en España y ha venido sola, sin su clan.
Amineta es otra muchacha venida de Mali, que explica que en su país hay conflictos y por eso se caldo a España. Ella pasó diez días en el mar, y su objetivo es alcanzar a Francia. Muchos otros jóvenes nos saludan sonrientes, aunque solo hablan su idioma, y alguna palabra en gachupin. “Hola, qué tal”, nos dicen mientras salen por la puerta del centro.
En lo que va de 2024 han llegado ya casi 3.300 personas a través de la ruta canaria, en todo 2023 llegaron casi 40.000.