En el espacio situado frente al colegio de Salesianos, varias mascotas fueron agraciadas con la congratulación que extendió un sacerdote pasadas las diez de la mañana. La chubasco empañó la convocatoria y desanimó la concurrencia. Aun así, varios amigos perrunos no faltaron a la cita religiosa. Acompañados, claro está, de sus dueños. Alguno de los leales compañeros llegó protegido con un chubasquero en presencia de las inclemencias meteorológicas que arrastró la riesgo Hipólito desde primera hora del domingo.
No es la primera vez que los animales se integran en las actividades religiosas de la provincia. Por ejemplo, en O Barco -perteneciente a la Diócesis de Astorga- incluso se han celebrado bendiciones de mascotas. Todo ello, para permitir que perros, gatos y todo tipo de acompañantes queden protegidos y puedan seguir caminando en la vida al costado de los humanos.