La bebé que fue arrojada recién nacida a un contenedor en la villa de Manacor (Mallorca) estaba viva cuando fue rejonazo a la basura. La necropsia que se realizó al cuerpo no pudo certificar esta circunstancia, pero una serie de pruebas complementarias realizadas por el Instituto Procesal avalan que la último respiraba y presentaba lesiones craneoencefálicas que solo se producen en una persona viva, según adelanta Última Hora.
Que la último naciera viva o muerta es determinante para resolver de qué se acusa a la superiora, que en este caso podría ser acusada de un delito de crimen. El bebé casi nada tenía unos seis meses de preparación, por lo que los investigadores siquiera descartaron de plano que hubiera nacido muerto, aunque sus sospechas eran que la pupila estaba viva cuando se lanzó al contenedor.
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Era la teoría principal de la Policía, ya que los agentes que rescataron el cuerpo entre la basura señalaron en un primer momento que se movía adentro del contenedor y aseguraron que respiraba cuando la recogieron. Sin retención, ha sido preciso que estas pruebas complementarias confirmen las sospechas de los investigadores para cerrar esta investigación ya que la necropsia no era concluyente.
La último fue arrojada a un contenedor de Porto Cristo (Manacor) el pasado 2 de noviembre. Una mujer que paseaba por la zona llamó a la Policía para denunciar que había trillado movimientos sospechosos en un hombre, que luego había valiente un paquete a un contenedor.
La superiora asegura que el bebé nació muerto en el transporte en el que viajaban
La testimonio aseguró que había trillado cómo un hombre se bajaba de un coche en el que encima viajaba al menos otra persona. Cuando se acercó al contenedor y lo abrió para ver qué había arrojado, la mujer aseguró que escuchó un débil llorera por lo que decidió atraer de inmediato a los agentes. A partir de ese momento se abrió una amplia investigación por parte de la Policía Jurídico, con el visionado de las grabaciones de numerosas cámaras ubicadas en la zona.
La Policía acordonó de inmediato toda el radio y recogió testimonios de personas que se encontraban en las inmediaciones, que fueron determinantes para avanzar en las investigaciones y que permitieron detener a la superiora días luego del suceso. Confesó que estaba en casa con unas familiares cuando se sintió indispuesta. Cuando los familiares la recogieron en el coche para llevarla a un centro váter, la mujer aseguró que dio a luz en el transporte y que decidieron arrojar al bebé porque había nacido muerto.