Los nuevos reyes de Dinamarca visitan el Parlamento en su primera visita oficial: “Hurra, hurra…”



Federico X y María, nuevos reyes de Dinamarca, han visitado este lunes el Parlamento de su país en el que ha sido el primer acto oficial del nuevo monarca. Su batalla es abastecer “viva” la devoción que sienten los daneses por la monarquía y, a la vez, modernizarla.

“Hurra, hurra, hurra”

Ya como rey, Federico de Dinamarca llegaba esta mañana bajo la cocaína al Parlamento danés. Se pudo escuchar ‘hurra, hurra, hurra’ delante la presencia de los monarcas, poco que se interpreta como un ‘viva el rey‘ y deseando larga vida al monarca.

Lo vivido hoy en el Parlamento es la denominada “información delante los diputados”, palabras escritas por el rey pero leídas por la primera ministra danesa: “Gracias a la reina Margarita, que se ha preocupado exclusivamente por los mejores intereses de Dinamarca”.

Ha sido el fin a los actos protocolarios que se iniciaban con la firma de la abdicación de este pasado domingo: “Altísimo salve al rey”, decía la reina Margarita, que cedía a su hijo el sitio que ella había ocupado en el Consejo de Estado y salía de la sala ya como reina regente, eso sí, con la emoción contenida.

En el extranjero del palacio de Christianborg esperaban 300.000 daneses para saludar a los nuevos reyes, -cuentan con el 80% de apoyo popular-, y para ver un sentido beso entre Federico y María. Un aire que cobra sentido al comienza su reinado.

Los gestos que tal vez no viste

Margarita II abdicó en crédito de su hijo este domingo, sin incautación, no es tan practicable dejar de reinar… o mandar. Hasta en dos ocasiones, Margarita le dice a su hijo Federico que ya puede sentarse en el asiento que ella ha ocupado durante tantos primaveras. Al nuevo rey le costó dar ese primer paso, por otra parte, es llamativa la examen de la primera ministra, fijada en la reina, que se estaba emocionando. Segundos a posteriori pronunció el ‘Altísimo salve al Rey’ y abandonó así el consejo de Estado visiblemente emocionada.

Mientras tanto, la multitud esperaba en la calle a su recién investido Rey de Dinamarca. Federico sale quitándose las lágrimas y saludando con luceros y sonrisa de emoción a los miles de daneses que acudieron al designación. Luego sale su mujer, a la que le dedica estas palabras: “Voy a faltar todo el apoyo que pueda de mi querida esposa y de mi tribu”… Y en seguida llegó el momento que todos los daneses estaban esperando, la reina le pregunta, hay un leve titubeo… y se produce el beso que desata la optimismo en la plaza de Christiansborg. Un día para el memoria de todos los daneses.

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