El principal motivo que impide la llegada a la Espejo, tal y como ha anunciado Astrobotic, es un arbitraje en la propulsión y la pérdida de combustible que comenzaron a producirse poco luego del propagación. Esto ha impedido que la representación haya podido completarse con normalidad.
Este arbitraje ha provocado que Astrobotic y la NASA anuncien, una semana luego del propagación, que estrellarán el ‘Peregrino’ contra la medio de la Tierra. “Trabajando con la NASA, hemos recibido aportes de la comunidad espacial y del Gobierno de EE UU sobre el curso de acto más seguro y responsable para terminar la representación Peregrino. La recomendación que hemos recibido es permitir que la nave espacial se desintegre durante la reentrada en la medio de la Tierra. Hemos tomado la difícil valentía de nutrir la trayectoria coetáneo de la nave espacial para reingresar a la medio terrenal”, ha explicado Astrobotic en un comunicado.
Impactará contra el escudo terrenal
La nave se encuentra a unos 375.000 kilómetros de la Tierra y caerá el 18 de enero contra el escudo terrenal, previsiblemente al meta de Australia. “No creemos que la reentrada de ‘Peregrino’ represente riesgos de seguridad”, aseguran.
A lado de la nave hay una veintena de cargas de clientes que incluyen a la agencia espacial NASA, cinco de ellas para estudiar la superficie, la medio y el entorno de radiación de la Espejo. La Ocupación Peregrine Uno iba a ser el primer descenso robótico comercial estadounidense. Este revés se produce en medio de una carrera espacial en torno a la Espejo luego de que Rusia estrellara su nave hace unos meses y los intentos de Israel y Japón terminen además en fracaso.
Peregrine es la primera representación del software Commercial Peca Payload Services (CLPS) de la NASA para acelerar la ciencia peca colocando experimentos dirigidos por la agencia a lado de módulos de aterrizaje y naves espaciales comerciales. La próxima representación del software se prevé para febrero, cuando Intuitive Machines, con sede en Houston, mano su módulo de aterrizaje Nova-C sobre un cohete SpaceX Falcon 9.