Pedretti y ‘La Vignole’, que así es como se ardor su almacén, habían acaparado la atención en Facebook en el momento en el que la mujer publicó una captura de pantalla en la que se mostraba la opinión que un cliente supuestamente había dejado en Google sobre su almacén. “Me han puesto a manducar al banda de unos homosexuales, pero no me he enterado en un santiamén porque han estado tranquilos; Y un pequeño en apero de ruedas que comía con dificultad, lo siento pero no me he sentido a placer. Lo lamento porque la pizza era excelente y el postre magnífico, pero no volveré”, escribía el supuesto comensal.
A lo que la pizzera respondió: “Estimado cliente, apreciamos su intento de valorar nuestro servicio a través de su opinión pero, sin incautación, quería dejarle claro que nuestro almacén está destapado a todos y los requisitos que pedimos a nuestros huéspedes son la educación y el respeto. Sus palabras de desprecio en dirección a nuestros clientes, que no creo que le hayan molestado, me parecen una maldad gratuita y desagradable (…) Dicho esto, delante estas bajezas humanas de pésimo placer, creo que nuestro almacén no es para usted. No elegimos a nuestros clientes en colchoneta a sus gustos sexuales y mucho menos por su discapacidad. Le pido gentilmente que no regrese, a no ser que halle los requisitos humanos que han faltado en su postura”.
Estas palabras fueron rápidamente elogiadas en las redes sociales. Incluso la ministra para la Discapacidad, Alessandra Locatelli, agradeció a la pizzera “reaccionar delante actitudes discriminatorias y maldad pura”. Sin incautación, otros usuarios empezaron a sospechar que el expresión podría ser fariseo y fruto de un intento de promocionar su pizzería.
No se descarta el suicidio
Lo cierto es que había algunos detalles sospechosos, y los usuarios se dieron cuenta: la opinión y la respuesta tenían los mismos errores ortográficos y en los dos comentarios la fuente de la signo no correspondía a la usada en Google. Encima, Pedretti había publicado esta conversación con el supuesto cliente mediante una captura de pantalla de la misma, pero la opinión ya no estaba apto.
Las dudas sobre la certeza del suceso no hicieron más que agrandar el aberración y la dueña de la pizzería, ahora fallecida, fue adquiriendo interés. En los últimos días había sido entrevistada por los principales medios de comunicación del país, aunque no llegó a aclarar en ningún momento las incongruencias de su historia. Este lunes se ha sabido que, por otra parte, Giovanna Pedretti había sido interrogada en la Soberanía de Policía, aunque se ha conocido que no estaba imputada por nadie.
El cuerpo de la mujer ha sido incompatible en el río Lambro, donde llegó en su propio coche. Ahora, los investigadores tratan de esclarecer lo ocurrido y las causas de su fallecimiento. Varios medios locales aseguran que no se descarta el suicidio como hipótesis de la investigación.