Durante un año circulan unos 160 millones de contenedores marítimos por todo el mundo. “Estos contenedores son unas cajas hechas de hoja que tiene una resistor estructural concreta. En cuanto a sus medidas están marcadas por unas normas internacionales que están vigentes a nivel mundial. Es asegurar, todos los contenedores tienen las mismas medidas -según el tipo de contenedor-.” explica Francisco Fernández, director de operaciones de Progeco.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es cómo van ancladas estas enormes cajas de hoja a los grandes mercantes. “Primero se estiban en la bodega y cuando se completa, se comienzan a apilar en la cubierta” comenta Fernández. Para ello se utilizan una serie de piezas, situadas en los cantones, que unen verticalmente los contenedores. Se forman así enormes columnas de seis o siete contenedores. Encima llevan unas barras de trincaje en diagonal para evitar que se caigan cuando cambian de dirección los barcos.
¿Es común que se caigan contenedores al mar?
“Se estima que caen entre 1.500 y 1.600 al mar en un año. Normalmente se caen porque no se han trincado acertadamente. Entre las razones están que en los puertos se anda con prisa y no se anclan acertadamente o que las piezas de sujeción están defectuosas lo que provoca que se pierda esa carga” explica Francisco. Por eso algunas empresas de fuera de nuestro país ya han comenzado a instalar sistemas de geolocalización en los contenedores que les permitan localizarlos si se caen al mar.
Sobre quién tiene la yerro en el contexto de la crisis de los pélets: “En primera instancia esto es responsabilidad de la naviera. Pero si hay una denuncia, podría apelar y así pedir responsabilidades a la empresa estibadora que cargó esos contenedores” aclara Francisco