A casi todos nos gustan. Pero tenemos preferencias. Un adolescente nos comenta que son “un plato representativo y clásico”, otro que “son el plato representativo de la abuela de la religiosa”. Las hicieron nuestras abuelas, madres y el resto de generaciones seguirá haciendo croquetas.
Un plato casero por excelencia que se ha convertido en un producto exquisito. Hay croquetas de cualquier inclinación y producto.
Eduardo Gambero, socio fundador de ‘Solo de croquetas’, nos explica que hacen “croquetas de cachopo, de bacalao, de sobreasada de Mallorca con pinrel de Mahón”. En locales como este es el plato sino, en 6 minutos te las ponen en la mesa.
La carta de gustos es interminable, cerca de 40 tipos. Gambero explica “que cualquier cosa imaginable nosotros la intentamos convertir en croqueta”
¿Cuál es su origen?
Exquisitas y ¿muy nuestras? Un hombre nos dice que es “un plato representativo muy gachupin”. Pero no, las inventó un cocinero francés de la corte de Luis XIV en 1619. El ‘padre’ de las croquetas trabajaba como cobrador de impuestos y era director de la casa del duque de Orleans.