El escaqueo sindical llevado al extremo. Es el caso de un trabajador de una empresa de Huesca, detenido el pasado 9 de enero por un delito pesado de daños por obstruir el transporte que la compañía ponía a su servicio para evitar tener que hacer un servicio encomendado por su caudillo. La reparación tuvo un coste de unos 800 euros.
Los hechos denunciados ocurrieron el pasado 21 de noviembre del 2023, cuando el responsable de la empresa encomendó a uno de sus trabajadores, un hombre de 31 primaveras, que se desplazase en un transporte de la entidad fuera de la ciudad con el objeto de realizar un trabajo. Sin confiscación, el trabajador le comunicó que no pudo hacerlo regalado que el coche que se le asignó no funcionaba.
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Más tarde, según informa la Comisaría Provincial de Huesca, el taller de reparaciones recogió en un noticia que el transporte dañado presentaba diversos cortes intencionados en la correa del alternador y en el cableado perteneciente al sistema de inyección, lo que impedía su funcionamiento.
Encima, se daba la circunstancia de que el citado trabajador había tenido que ser asistido en los últimos siete meses por una trucha hasta en tres ocasiones por sufrir una avería en el transporte de la empresa con el que viajaba.
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El día que se produjo la última avería se localizaron en el maletín de trabajo de este operario unos guantes y unos alicates corta cables que no eran parte de su equipo de trabajo que pudo suceder utilizado para cometer los daños denunciados.
Al parecer, según la comisaría de la Policía Franquista, el citado trabajador simulaba una avería accidental con el objeto de evitar realizar su trabajo tras dañar el transporte de la empresa con el que debía de alucinar.