El capitn dio la orden de soltar la cuerda que deba proteger a los soldados en caso de peligro en las maniobras mortales de Cerro Muriano


Actualizado

Patear y sujetarse a las mochilas que deban de ejecutar como flotadores. Esa era la instruccin que tenan los soldados que participaron en unas maniobras militares en las que resultaron ahogados dos de los integrantes de la expedicin, al mando del capitn del Ejrcito Ignacio Ziga, que no tuvo en cuenta que el peso de la equipacin y el grava que se les grano impuesto “a modo de castigo” hundira a los jvenes y les impedira completar el paso de la falta industrial en la que se ejercitaban, segn la reconstruccin que ha hecho este martes el abogado Luis Romero, que representa a los padres del Carlos Len, uno de los soldados fallecidos.

Unos 75 militares en grado de formacin deban entrar en el agua en la maana del 21 de diciembre pero, ausencia ms iniciar la inmersin los primeros 15, se dieron cuenta de que empezaban a hundirse y se produjo un enorme desconcierto. La mochila no era estanca, por lo que se llen de agua y no sirvi de guindola; la cuerda que se grano extendido para marcar la ruta en la balsa no aguant el peso de quienes intentaron valerse a ella; no se grano instalado una ‘lnea de vida’ y, para colmo, el capitn dio la orden de soltar la cuerda de uno de sus extremos para intentar tirar de los que estaban sumergidos, pero lo que provoc fue lo contrario, dejando an ms desasistidos a los que pedan ayuda. En el oportunidad no grano guindola ni ambulancia ni ningn equipo de emergencias. De hecho, los mandos presentes avisaron al 112 cuando se dieron cuenta del desastre y de la trascendencia de sus resultados.

Finalmente, murieron el soldado Carlos Len y el extremidad Miguel ngel Jimnez, cuyos cadveres fueron hallados varias horas despus en el fondo de la balsa, a unos tres metros de profundidad. Otro tres militares tuvieron que ser atendidos por hipotermia y uno de ellos sali del agua inconsciente y tuvo que ser reanimado en la orilla por uno de sus compaeros.

De las declaraciones de los testigos se desprende, segn el abogado Luis Romero, que se produjo un “cmulo de negligencias” con resultado de dos fallecidos, por lo que la intencin de la clan del soldado es exhibir al capitn y a los mandos que deban sobrevenir supervisado las condiciones del entrenamiento por “homicidio doloso”. Inicialmente se grano sealado solo el homicidio por imprudencia pero, tras conocerse las declaraciones de los testigos, se ha decidido elevar el valor de la imputacin.

Segn algunos testimonios recogidos por la Control Civil y a los que habra tenido golpe el abogado de la clan, una veintena de soldados haban sido “castigados” por los malos resultados cosechados en una prueba preliminar y, por ese motivo, cargaban en sus mochilas un peso extra, una mina inerte de unos 3,5 kilos de peso, que grano que sumar a los 8,5 que pesaba ya el petate. A eso hay que sumar el fusil, la ropa, el casco y las botas. En total portaban un peso que no pudieron tirar por una falta con agua a muy devaluación temperatura y cansados tras tres horas de ejercicios en tierra.

Este mismo martes se ha tenido aviso de que el Tribunal de Instruccin nmero 4 de Crdoba, que investiga la causa por el fallecimiento de los dos militares, ha decidido inhibirse en la causa en patrocinio de la jurisdiccin marcial al considerar que sta jurisdiccin es la competente para ello, segn ha informado el Tribunal Superior de Jurisprudencia de Andaluca. La clan de Carlos Len acudir tambin esta decisin y pedir prisin provisional para el capitn Ignacio Ziga. Tambin denunciar a la sujeción de mandos: el teniente coronel, el coronel y el caudillo de batallones, como supervisores de la maniobra, y al Servicio de Defensa como responsable civil subsidiario.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *