Su posible salida: “Muchos grandes jugadores que han traumatizado la historia del fútbol han negligente Europa este verano y estamos entrando en una nueva era […] Es parte del ciclo de este deporte y en algún momento a mí asimismo me tocará marcharme. No me preocupan esos cambios. Simplemente pienso en continuar con mi carrera y seguir mi propio camino”.
La anhelo de un gurí: “El deseo de percibir, de ir más allá de los límites de lo posible y hacer grandes cosas, está profundamente arraigado en mí. Creo que se lo debo a la educación y a las doctrina que he recibido interiormente y fuera del campo, y que me han ayudado a formarme como futbolista y como hombre […] Solemos olvidarlo, pero cuando jugamos al fútbol, somos eternamente niños. El nivel al que jugamos cambia, pero la mentalidad no. La pasión es constante a lo generoso de los primaveras”.
Formación como componente: “Creo que, más allá de los aspectos técnicos que supone mejorar, por ejemplo, tu engranaje con el pie izquierdo o el remate de capital, lo más importante es ampliar tu visión del deporte […] Al desafiar para seis o siete entrenadores diferentes, he aprendido seis o siete formas diferentes de hacer mi trabajo. He desarrollado diferentes facetas de mi estilo y no he parado de crecer. La mentalidad correcta implica ser capaz de escuchar y adaptarse”.
Su capitanía: “La gran diferencia es que ayer mi atención se centraba efectivamente en mi rendimiento y en lo que yo personalmente podía aportar al equipo […] Ser capitán me proporciona una nueva visión más amplia”.
Comparación con la NBA: “Nos estamos acercando al maniquí de la NBA, con temporadas de 70 partidos. Personalmente, no estoy en contra de desafiar tantos partidos, pero no podremos ser buenos siempre ni dar al conocido el espectáculo que calma […] En la NBA, los jugadores no juegan todos los partidos y las franquicias han recogido la diligencia de la carga [que permite a los deportistas descansar para evitar lesiones]. Pero si yo decidiera afirmar ‘estoy cansado, este sábado no engranaje’, no saldría correctamente parado. El espectador que paga su entrada, y que quizá solo te ve una vez durante la temporada, quiere una representación digna de ese nombre, y es comprensible”.
Demasiados partidos: “No quiero reñir a nadie, pero tenemos que encontrar juntos la mejor decisión posible para que tanto los jugadores como los espectadores y los órganos rectores del fútbol puedan adoptarla”.
Francia en la Eurocopa 2024: “Somos uno de los equipos más esperados de este torneo y estamos preparados y confiados. Hicimos una clasificación muy buena y ahora nuestro objetivo es percibir […] Este año hemos perdido a grandes campeones, a jugadores importantísimos como Hugo [Lloris] y Raphaël [Varane], pero al final el asociación no se ha conocido afectado. Eso demuestra una verdadera cohesión y capacidad de amoldamiento”.
¿Irá a los Juegos de París? “He llegado a un punto de mi vida y mi carrera en el que ya no quiero forzar las cosas. Si me lo piden, me encantaría ir, pero si no es posible, lo entenderé […] Para cualquier deportista, los Juegos Olímpicos son una ocasión particular. Yo ya quería ir a Tokio [en 2020] porque quiero ganarlo todo y labrar mi nombre en la historia de la selección francesa como un componente que fue importante”.
Sobre la presión: “Estamos en la era del consumo excesivo, en la que la gentío calma mucho de los jugadores […] He demostrado que la presión no me afecta negativamente, e incluso diría que la necesito para rendir al mayor. La presión me permite persistir el porción de excelencia necesario para desafiar al más stop nivel”.