Doherty anunciaba a sus seguidores el pasado junio que padecía una enfermedad de la cual supo en 2015, cuando se le diagnosticó con un cáncer de mama. La actriz denunció a sus representantes por no haberle apto a tiempo de ello. Por ende, se tuvo que ver obligada a sujetar el ritmo de trabajo y centrarse en la recuperación. A pesar de ello, la actriz conoció que tenía metástasis en el cerebro un tiempo más tarde.
“Tenía un tumor en mi vanguardia que querían eliminar y igualmente biopsia. Claramente estoy tratando de ser robusto pero estoy petrificado. El miedo era abrumador para mí. Miedo de todos los posibles malos resultados, preocupado por dejar a mi hermana y cómo eso la afectaría. Preocupado de que saliera de la cirugía, ya no soy yo. Así es como puede ser el cáncer”, así anunciaba la actriz una operación para intentar remitir este cáncer.
La actriz ha notorio en alguna entrevista su miedo a fallecer: “No he fracasado con esto de morar, ni con el hecho de requerir. No he fracasado de crear. Ni con la esperanza de cambiar las cosas para mejor. Simplemente, no estoy acabada”, aseguraba la actriz tajante.
No quiero fallecer
La actriz no se muestra débil y calma “exprimir otros tres o cinco primaveras”. Pese a ello, tiene claro su final y luego ha querido dejar claro cómo quiere que sean su funeral. Así lo ha descrito en su podcast ‘Let’s Be Clear’, donde admite que hay algunas personas que no quiere que estén en su funeral: “hay muchas personas que creo que se presentarían y que no quiero allí”. No quiere a nadie cuyas razones no sean “necesariamente las mejores”. “En ingenuidad no les júbilo, y tienen sus razones, y es bueno para ellos, pero en ingenuidad no les júbilo lo suficiente como para asistir a mi funeral”, manifiesta.
Doherty ha señalado que no soporta “la falsedad”. Hace narración en esto a la religión y asegura que hay muchas personas que “fingen acaecer incompatible a Jesús” y estar “arrepentidos”. Ella advierte al otro parte del podcast y su mejor amigo (adicionalmente de albacea), que el final de sus días quiere que se celebre como “una fiesta de aprecio” y que no quiere “que la familia llore”.