La del primer cumpleaños del pequeño es una aniversario muy señalada entre tanto dolor. “El cumpleaños más triste del mundo“, remarcaba el Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos, que había organizado para este jueves en Tel Aviv un acto en homenaje al pequeño para demandar su libramiento. Sus familiares en Israel y incluso en Argentina, de donde son los padres, se han manifestado para pedir su libramiento y la de todos los secuestrados.
Han adorno la plaza en la que se han congregado con globos naranjas y los familiares visten camisetas del mismo color porque los dos niños son pelirrojos. Es la historia más triste de todos los secuestrados oportuno a que es el rehén más pipiolo que cumple su primer año de permanencia encerrado en los túneles de Hamás. Cantantes y músicos conocidos en Israel han cantado una canción compuesta exclusivamente para esta tribu.
El pasado 29 de noviembre, el extremidad armado de Hamás, las Brigadas al Qasam, anunciaron que Shiri Silberman Bibas, de 32 abriles y sus dos hijos Ariel y Kfir, habían muerto en un hostigación del Ejército israelí sobre la Franja, pero no dieron ninguna prueba. A los pocos días, publicaron un vídeo de Yarden Bibas, en el que le pedía al primer ministro israelí, Menor Netanyahu, el fin de la querella para que pudiera reencontrarse con su mujer y sus hijos.
“De alguna forma puedo advertir que siguen vivos. No puedo explicarlo, pero es lo que siento. No tengo otra opción”, explicaba el portavoz de la tribu.
Dos meses luego, el Ejército israelí no ha podido compulsar esa información. Poco que, sin incautación, con otros rehenes que las milicias islamistas han poliedro por muertos, sí han hecho. Es por lo que nadie de la tribu argentino-israelí Bibas está en la serie de los 27 rehenes que se creen muertos en cautiverio de los 136 que permanecen en la Franja.
A pesar de ello, hay poco que despista. Es el hecho de que la mamá y los dos menores no fueran liberados en la tregua de una semana que tuvo ocasión en noviembre. De hecho, se especuló acerca de la posibilidad de que se encontraran en manos de otros grupos islamistas con los que Hamás no había podido ayudar contacto.
En dicha tregua, ocurrida entre el 24 y 30 de noviembre, Hamás liberó a todos los menores que tenía secuestrados, la mayoría con sus madres.