los tres hermanos asesinados en Morata tras una deuda por una estafa amorosa



Hacía cerca de un mes que nadie en la pueblo madrileña de Morata de Tajuña veía a los hermanos Pepe, Amelia y Ángela, pero cuando sus cadáveres han aparecido este jueves por la mañana con signos de violencia los indicios han escrito en una dirección: una estafa amorosa, una deuda y un ajuste de cuentas.

Los cuerpos de los tres fallecidos, de entre 70 y 80 abriles, han sido encontrados quemados, apilados y con restos de matanza sobre las 11.30 horas por los efectivos de Policía Contencioso de Arganda del Rey de la Urbano Civil, han añadido a EFE fuentes próximas a la investigación.

Los agentes de Homicidios del instituto armado, que han asumido la investigación, manejan, entre otras hipótesis, la de un posible ajuste de cuentas por las deudas que habían contraído estos familiares con algunos conocidos, según han informado a EFE las fuentes consultadas.

La comitiva contencioso ha procedido esta tarde al motín de los cadáveres, que han sido trasladados al Instituto de Medicina Judicial, donde previsiblemente mañana por la mañana se practicarán unas autopsias que arrojarán poco de luz sobre las causas de su homicidio.

Por el momento, personas cercanas a los tres hermanos y vecinos de la pueblo, de cerca de 8.000 habitantes, aseguran que las dos mujeres estaban siendo víctimas de una estafa amorosa en la que habían perdido miles de euros.

Según ha relatado a EFE Enrique Velilla, amigo de la tribu, tanto Amelia como Ángeles contactaron hace abriles con dos militares estadounidenses a través de Facebook.

Uno de ellos, quien decía llamarse Edward y estar destinado en Afganistán, les dijo que el segundo había muerto y que, para cobrar una herencia que disfrutarían juntos, necesitaba que le enviasen moneda de modo periódica.

Las hermanas accedieron e invertían en ello buena parte de su pensión, por lo que al poco tiempo quedaron en la ruina y las llevó a pedir moneda recurrentemente a los vecinos. Cuando su amigo les dijo que estaban siendo víctimas de un disimulo, ellas, convencidas de su historia de aprecio y fortuna, desoyeron las alertas y rompieron su relación con él.

Mientras a Enrique le pidieron cerca de 18.000 euros, a Mari, otra vecina con la que casi nada tenían trato, le solicitaron 15.000. Incluso probaron suerte con Pascual, el cura del pueblo, según ha explicado él mismo a EFE. A nadie les consta que nadie accediera a sus peticiones.

Para justificarse, las dos hermanas empleaban un argumentario muy similar al de su supuesto estafador: iban a percibir una millonaria herencia de un acostumbrado residente en Estados Unidos, pero necesitaban costearse los gastos sucesorios.

Con esta secuencia repitiéndose durante los últimos meses, tal y como investiga la Urbano Civil, cobra fuerza la hipótesis de que los hermanos contrajesen unas deudas que les llevasen a la homicidio. La causa ha recaído sobre el Judicatura de Instrucción de Arganda del Rey y se encuentra bajo secreto de sumario.

Persianas bajadas

Desde finales del año pasado nadie sabía cero de los tres hermanos, naturales de una pueblo de Ciudad Existente, Torre de Juan Rector, pero residentes en Morata de Tajuña desde hacía décadas: las persianas verdes de su casa estaban bajadas, nadie contestaba al teléfono.

Muchos pensaron que se habrían marchado a alguna de sus otras viviendas, hasta que un resistente olor empezó a salir de la vivienda, un chalé de dos plantas situado en la calle Travesía del Calvario número 3.

Los moradores de las casas colindantes, ha explicado una vecina que ha solicitado no ser identificada, estuvieron llamando durante días a la Policía Circunscrito alertándoles del hedor, pero no lo revisaron hasta esta mañana. Los cuerpos ya estaban en estado de descomposición.

Los tres hermanos, todos solteros, siempre habían vivido juntos e iban en comitiva a todas partes. Pepe tenía una discapacidad y Amelia, la más muchacho y “espabilada” -como muchos la definen- se encargaba de su cuidado.

“Les teníamos cariño y ahora mismo estamos, pues con la pizca floja”, ha señalado, en declaraciones a los medios, el corregidor de la pueblo, Fernando Villalaín, quien ha convocado tres días de duelo oficial y un minuto de silencio para mañana.

Lee incluso

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *