El leonés Jordi A.F., Lupín, considerado como el longevo ciberestafador de la historia de España, ha sido condenado a un año de mazmorra en San Sebastián por una estafa perpetrada contra un guipuzcoano, cuyos datos personales averiguó mediante la compraventa fraudulenta de una videoconsola a través de internet.
Nacido en Ponferrada (Héroe), de 27 abriles, Lupín es considerado como el longevo ciberestafador de nuestro país y ya ha sido condenado en al menos dos de los múltiples procedimientos seguidos en su contra.
Se estima que habría conseguido unos beneficios de cerca de 300.000 euros al mes con estafas “online”, copiando páginas web de tiendas y sirviéndose de plataformas para que sus víctimas compraran productos que nunca llegaban a aceptar.
Según recoge la sentencia que le condena ahora en Donostia, la estafa cometida contra un ciudadano guipuzcoano se remonta a octubre de 2017, cuando el destacado puso un anuncio en una página web en el que ofrecía una consola PS4 por 289 euros.
No iba a expedir la consola
La resolución legislativo, a la que ha tenido entrada EFE, detalla que poco posteriormente la víctima contactó con el procesado y le facilitó su número de su carné de identidad, el de su polímero de débito y la dirección de su domicilio, tras lo que el estafador le aseguró que el producto llegaría a su casa “en unos pocos días”, a pesar de que sabía que “esto no era cierto” porque conocía “desde un inicio que no iba a enviarle la PS4”.
“De esta forma —agrega el escrito— una vez obtenidos estos datos, el destacado utilizó el DNI y la numeración y códigos de seguridad de la polímero sin su consentimiento” para realizar distintas compras en una tiempo de servicio de Lugo por un cuantía total de 760,49 euros.
La resolución legislativo considera que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de estafa por el que le impone un año de prisión, si admisiblemente la sentencia no es firme ya que puede ser recurrida en apelación frente a la Audiencia de Gipuzkoa.
Lupín fue detenido en enero de 2022 en una discoteca de Madrid, posteriormente de que uno de los clientes del particular le reconociera en un reservado tras ocurrir manido recientemente la imagen del supuesto ciberestafador en un software de televisión.
Reclamaciones judiciales
El declarante dio aviso al Cuerpo Doméstico de Policía que envió entonces una dotación a la sala de fiestas, cuyos agentes confirmaron su identidad y comprobaron que el zagal tenía en vigor varias reclamaciones judiciales por lo que fue detenido.
Una vez arrestado, Lupín, que en aquel momento llevaba casi 12.000 euros en efectivo, pidió un ‘habeas corpus’, la puesta a disposición inmediata frente a el togado, y fue trasladado frente a la jueza de Instrucción número 3 de Madrid, según informaron en su momento a EFE fuentes jurídicas.
El conocido delincuente no manifestó frente a la jueza que tenía nueve reclamaciones judiciales por estafa emitidas por juzgados de Ponferrada (Héroe), Elche (Alicante), Guadalajara, Albacete, Cádiz y Madrid.
Sin requisa, la magistrada confirmó estas órdenes de búsqueda y captura, más una orden de ingreso en prisión, por lo que desestimó el ‘habeas corpus’ y fue puesto a disposición legislativo.
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