Europa lanza su batalla política para las elecciones de junio



A poco más de cuatro meses de que los ciudadanos europeos vayamos a las urnas, comienza el coreografía de nombres en las capitales para conformar las listas electorales. Posteriormente de semanas de quinielas, el comunidad de los socialistas europeos acaba de nominar al que será su candidato para presidir la Comisión Europea y, luego, vanguardia de cinta en las elecciones del mes de junio. Se tráfico de Nicolas Schmit, luxemburgués de 70 primaveras, flagrante Comisario Europeo de Empleo. Un perfil bajo, muy poco conocido fuera de la esfera de Bruselas y con poco carisma político.

Schmit ha conseguido el apoyo de los dos partidos más fuertes adentro de la grupo socialista, el PSOE en España y el SPD en Alemania, y esto le ha permitido ser el único candidato al puesto. Aún así, los analistas reconocen que no estamos frente a el candidato más potente.

Con este proclamación, se alabarda ya la carrera europea a las elecciones, a la prórroga de que la flagrante presidenta, Úrsula Von Der Layen, anuncie que se presentará a la reelección, como vanguardia del Partido Popular Europeo, poco que se da por hecho, pero para lo que todavía no hay una data fijada.

La grupo de los liberales, -formalmente conocidos como RENEW-, todavía ha regalado un primer paso con el anuncio por sorpresa del flagrante presidente del Consejo. Charles Michel desconcertó a muchos revelando que dejará su puesto seis meses ayer de finalizar su mandato para presentarse a los comicios europeos. De esta modo, Michel podría todavía ser una opción para convertirse en el candidato oficial de la grupo progresista y disputar contra Von der Layen y Schmit.

Sistema del ‘Spitzenkandidat’

El sistema del “candidato único”, o conocido con el nombre germánico ‘Spitzenkandidat’ se creó en las elecciones de 2014, como una forma de unir los comicios a los ciudadanos y que todos en Europa supiéramos a quién votamos como futuro presidente de la Comisión Europea.

El sistema ha cuajado y se sigue utilizando, pero tiene muchas fugas. La principal es que el proceso no es inevitable, es afirmar, el candidato más votado no se convierte directamente en presidente del ejecutante comunitario, si no que son los 27 jefes de gobierno los que luego, a puerta cerrada, deciden quién será el presidente, teniendo en cuenta los resultados de las elecciones.

De hecho, el ejemplo más claro de que el sistema es suficiente débil es que la propia Von der Layen no fue nombrada candidata, no se presentó a las elecciones en ninguna cinta, pero, sin incautación, fue elegida por los jefes de gobierno en un mercadeo de nombres y cargos durante una cumbre en Bruselas.

Los ‘top jobs’ en deporte

Tras las elecciones europeas (6-9 de junio) comenzarán las negociaciones para el reparto de los altos cargos europeos, lo que en Bruselas se conoce como ‘top jobs’, los puestos que coparán la cúpula comunitaria los próximos cinco primaveras. Ese reparto se llevará a mango en una cumbre a finales de junio, donde los líderes de los 27 nombrarán a los nuevos presidentes de la Comisión Europea, del Consejo Europeo, de la Eurocámara o la figura de Stop Representante o dirigente de la diplomacia de la UE. Lo harán teniendo en cuenta los resultados de las elecciones, normalmente el partido más votado se quedará con el puesto de presidente de la Comisión, pero entran en deporte todavía muchos otros factores como los equilibrios geográficos, políticos o de productos.

Las quinielas de cara a ese coreografía de nombres ya han comenzado. Si el Partido Popular Europeo volviera a superar las elecciones es indiscutible que la flagrante presidenta Úrsula VDL repetiría en el cargo otro mandato más. Si los socialistas volvieran a proyectar como segunda fuerza, tendría mucho sentido que se hicieran con el cargo de presidente del Consejo, para el que suenan los nombres de dos primeros ministros: el portugués Antonio Costa y la flagrante primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Y si los liberales quedaran en tercera posición, podrían optar por quedarse con el puesto de Stop Representante, una figura en la que algunas quinielas sitúan a Kaja Kallas, la primera ministra de Estonia. Kallas optaría a ser jefa de la diplomacia, luego de que su perfil no llegara a encajar del todo como posible secretaria común de la OTAN, por ser un perfil demasiado agresivo contra Rusia.

Cuatro meses para las elecciones

Las elecciones europeas serán entre el 6 y el 9 de junio de 2024. Comenzarán votando los holandeses el jueves 6 de junio, luego los irlandeses el 7 junio, aunque en la gran mayoría de países se vota en domingo, todavía en España. En este caso será el 9 de junio.

Se elegirán los nuevos 720 eurodiputados que conformarán la Eurocámara, de los cuales 61 serán españoles. Unos comicios que llegan luego de una sesión marcada por una pandemia y una exterminio en Ucrania y, por ello, las elecciones serán un examen a la respuesta europea que se ha regalado estos primaveras (creación del Fondo de recuperación, operación conjunta de vacunas, pedido de armas a Ucrania, refuerzo colectivo de la seguridad o medidas europeas contra la inflación).

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