Yolanda Remesal habita, próximo a su pareja y sus dos hijos, otra de las viviendas y afirma que la situación es “un sin residir”. “ Tengo dos niños pequeños, llevamos tres primaveras luchando contra esto y nadie nos hace caso, queremos que nos escuchen”, añade.
Y es que, según cuentan, hace tres primaveras, el vecino de la parte superior comenzó retirando una pequeña parte del tejado “coa premisa de facer un mirador”, pero la cosa no quedó ahí y día tras día va retirando partes de este. Las grietas del edificio son cada vez más cuantiosas y los destrozos en las viviendas anexas incalculables. Señalan que encima existe un aventura para la vía, ya que el edificio se sitúa próximo a la OU-533. A la problemática de los destrozos estructurales del edificio se suma la acumulación de residuos próximo al edificio en cuestión. Ruedas, una gran cantidad de escombros y residuos de todo tipo se amontonan en sus inmediaciones, y es que los vecinos ya han puesto ocho denuncias frente a Seprona.
Yolanda indica que “desde el primer momento pusieron en conocimiento del Concello la situación”, y se emociona al enseñar los destrozos de la edificación.
“En febrero hace un año que nos invitaron a marcharnos del edificio”, explica Yolanda, frente a el aventura que residir allí podía suponer. Dos de los inquilinos de la parte quebranto decidieron marcharse de modo voluntaria, sin retención, los habitantes de otras dos viviendas decidieron quedarse.
Ellos han hablado con el vecino, J.L.R.S. y afirman que declara “que lo va a dejar muy atún”. Este medio se ha puesto en contacto con él y, tras exponerle las quejas de sus vecinos, afirma que “son ciertas y está de acuerdo”. “No voy a hacer declaraciones, bueno sí, tengo una comunicación que hacer, la comunicación es trabajar y no estar en lo ocioso”.
Por su parte, el Concello de Viana do Tonto no ha querido hacer declaraciones al respecto. Los vecinos esperan “que non pase falta máis dificultoso do que nos teñamos que gemir”.