Si la crisis no se soluciona, en dos meses los precios subirán



Advertencia de los hutíes a la Unión Europea. Los milicianos piden que no echen “tarugos al fuego” con el posible despliegue de barcos para engrosar la seguridad en el mar Rojo. Europa se plantea expedir una empresa naval para proteger a los buques mercantes que usan esta ruta para el comercio.

Por su parte, los rebeldes dicen que la Unión Europea debe centrarse en frenar el derramamiento de familia en Lazo. Aseguran que cesarán de atacar barcos cuando pare la ataque sobre la Franja. Dicen que es su guisa de presionar a Israel, porque deteniendo el paso por este mar, contribuirá a angustiar la capital israelí.

Por el mar Rojo pasa el 30% de los contenedores que vienen de Asia

Esta maniobra está afectado al comercio mundial. 3 de cada 10 contenedores que vienen de Asia pasan por ahí. La ruta alternativa, la que rodea Sudáfrica, supone gastos extra. Si hace 3 meses traer un contenedor desde China costaba 1.500 euros, ahora supera los 6.000.

Unos sobrecostes que las empresas tratan de aceptar “adelantando compras que estaban planeadas desde hace meses. En definitiva, replanificando todo para evitar que se rompa la condena de suministro”, explica Francisco Aranda, presidente de UNO abastecimiento. Hay otra alternativa, como la que cuenta Vanessa Cecconi, de MC Trinter: “Nos piden un palé y nos planteamos llevarlo por transporte delicado, pero evidentemente significa un aumento de costes“.

Esta situación no aguanta más de 6 semanas

Sector y empresas avisan: esta situación no puede sostenerse. Francisco asegura que “si esto no se soluciona adentro de un par de meses, habrá una afectación directa a los precios del consumidor“.

Hay sectores que necesitan este comercio para su supervivencia, por ejemplo la automovilismo, el bricolaje, ferretería, industria química y, sobre todo, el textil-moda. Este final está empezando a resentirse. Iván de Martos, director de transporte internacional, nos dice que “ya estamos sufriendo desabastecimiento. Nos vamos a encontrar una situación de incertidumbre”.

Posibilidad: relocalizar la industria

Uno de los problemas es la dependencia de la importación. Vanessa afirma que “se está importando muchísimo, somos muy cautivos de la importación desde China“. Y una de las soluciones sería retornar a traer las fábricas, “las industrias estarían mucho más cerca del consumidor final”, dice Francisco. Vanessa añade que “para los que producen allí es más difícil porque los que tienen una manufactura desde hace 30 abriles, lo tienen más complicado”.

Un problema de costes y estructuras que no todos están dispuestos a sumir.

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