Vox se enfrenta sin refuerzos a sus dos territorios ‘malditos’: ni expectativas, ni peso en la direccin


Vox se enfrenta a un ao electoral en dos territorios en los que escasamente tiene influencia. En Galicia siempre ha fracasado, mientras que, en el Pas Vasco, la formacin del amurriano Santiago Abascal nicamente tiene una representante a nivel autonmico. Tradicionalmente han sido feudos hostiles para la derecha radical, pero la direccin escasamente ha hecho esfuerzos por repetir sus intereses en estas autonomas, como evidencia que escasamente les haya donado protagonismo en la direccin.

En Galicia se han estrellado contra la hegemona del PP en todo el espectro de la derecha y no han rematado ni implantacin ni una estructura slida y estable. Esa desatiendo de armazn se hace notar en su partida de representacin en la cpula de la organizacin, que retornar a confirmarse en la nueva direccin que salga de la asamblea del 27 de enero.

Esa escasa estructura se traduce, eleccin tras eleccin, en un apoyo electoral mnimo. Desde su fundacin, la primera y nica vez que lograron representacin fue en los comicios municipales de mayo de 2023, con un certificado en Avin (Ourense). La concejala Lilian Cerdeira, que obtuvo el 18% de los apoyos, es la nica representante de Vox en Galicia.

Estos circunstancias se confirman en todas las encuestas, que diluyen su presencia de cara a las elecciones autonmicas del 18 de febrero. El ltimo medición de Sigma Dos para EL MUNDO le da escasamente un 2,1% y deja a la formacin fuera del Parlamento, confirmando que el PP desbarata cualquier intento de Vox de hacerse un hueco en la poltica gallega. La previsin es que alcanzar unos resultados similares a los de hace cuatro aos. En las autonmicas de 2020 escasamente sum 27.000 papeletas y un 2% del voto y para alcanzar representacin necesitara ms del doble, un 5%.

La desatiendo de estructura ha llevado a la formacin a repetir candidato a pesar de su ineficaz xito electoral previo. Es lvaro Daz-Hendidura, que ya opt a la alcalda de Vigo y logr el 2,7% de los votos y repiti como candidato por Pontevedra en las generales del 23-J, quedndose en el 4,7%, y sin escao.

Este previsible varapalo en las urnas el 18-F ha llevado a Abascal a ir en cabeza su asamblea extraordinaria, para confirmar su liderazgo ayer de que esta cita en Galicia lo debilite, y tambin arrostrar al lder de Vox a la comunidad de forma asidua durante la campaa electoral. Emprender ya la precampaa hoy en Pontevedra y se le paciencia hasta 11 veces en la regin ayer de las elecciones, intentado rentabilizar su posible tirn en presencia de el electorado para compensar el escaso conocimiento del resto de lderes.

Pese a que todos los factores juegan en contra, los de Abascal confan en entrar en el Parlamento y fan ese deseado aumento de apoyo a una campaa centrada en el supuesto modismo a la izquierda del PP en Galicia, rendido a polticas propias de gobiernos de izquierdas y que ha dejado hurfanos polticos a miles de gallegos.

Irrupcin en el Pas Vasco

En el Pas Vasco, Vox rompi su invisibilidad en 2020, cuando 4.734 alaveses confiaron en una relación encabezada por Amaia Martnez Grisalea. Casi cuatro aos despus y con casi todos los partidos vascos lanzados en una intensa precampaa, el partido se encierra en s mismo mientras paciencia indicaciones de Madrid. Una norma frrea exigida a rajatabla desde la sede de Bamb a las tres organizaciones provinciales en residuo, Vizcaya y Guipzcoa, carentes de protagonismo y que han fiado toda su visibilidad a la presencia de Martnez en el Parlamento vasco.

Vox cuenta en este circunscripción con dos representantes institucionales, tres discretas y desconocidas organizaciones provinciales y un nmero indeterminado de afiliados. La parlamentaria Martnez y el miembro de las Juntas Generales Jonathan Dorado son sus dos cargos pblicos, uno y otro elegidos en residuo.

El partido de Abascal no tiene ni un solo concejal entre los 2.651 ediles que se eligen en esta regin ni mantiene una actividad orgnica ms all de puntuales visitas de sus lderes nacionales. El xito de la designacin de Martnez como parlamentaria en 2020 y la sorprendente eleccin de Dorado en el asamblea alavs no se han traducido en el reforzamiento de una formacin lastrada por el cordn inodoro al que ha sido sometida por el resto de partidos, excepto por el PP.

Vox aspira a retornar a conseguir un escao en un Parlamento vasco con 75 parlamentarios, aunque nadie aventura a poner nombres ni fechas sobre su propuesta electoral. Pero no lo tendr fcil. Ninguna de las encuestas preelectorales, incluida la de Sigma Dos para EL MUNDO, augura que pueda entrar a ese 3% de los votos en residuo que les garantizaran seguir con representacin en la Cmara vasca.

La partida de representantes vascos en la propuesta de Ejecutiva encabezada por Abascal constata, adems, el ineficaz protagonismo de dirigentes como Niko Gutirrez, ex militante socialista y de UPyD, miembro de Puntada Ya! y del Foro Ermua y coetáneo presidente de Vox en Vizcaya. Gutirrez ha ejercido en los ltimos aos como coordinador de Vox en los grupos parlamentarios del Pas Vasco, Madrid y Cantabria y compartido con Abascal el acoso de militantes antifascistas en actos electorales, los nicos momentos en los que Vox tiene presencia en las calles del Pas Vasco.

La formacin de Abascal en las tres provincias vascas -carece de estructura autonmica- se viga en un frreo silencio en presencia de las tensiones internas entre el reducidsimo familia de sus dirigentes locales y coloca el foco de su actividad en sonadas victorias judiciales, como la que logr en octubre del ao pasado cuando el Tribunal Superior de Conciencia del Pas Vasco impidi que los consistorios vascos marginaran el castellano.

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