La traspaso de otros productos sí se mantiene durante todo el año. “Los complementos alimenticios los piden sin importar la época, como los probióticos, que cada vez ganan más notoriedad porque hay muchos virus intestinales”, detalla. Todavía deje del aumento de productos pensados para la prevención. ”Cada vez se trabaja más en la tilde de la prevención. Por ejemplo, antaño la concurrencia tenía un urticaria, iba al médico y luego venía a la laboratorio a por un medicamento. Ahora nos preguntan qué pueden hacer para que no le vuelva a salir el urticaria y lo previenen”, comenta.
Gil, en ese sentido, pone en valencia el jerarquía de especialización de los farmacéuticos en muy diversos ámbitos. “Aquí la concurrencia no tiene que pedir cita, en ese sentido somos muy asequibles. Llegan personas con dudas sobre higiene dental, sobre cremas corporales, sobre problemas digestivos… Si es un indicio sin criterio de derivación lo atendemos nosotros, y si no, ya le decimos que vaya a su médico”, valora.
Educación
El farmacéutico reconoce que la población está, en militar, “muy receptiva” y concienciada a la hora de seguir las pautas de las medicaciones. “Pero depende mucho de las circunstancias de cada uno. A los mayores a lo mejor le haces una hoja personalizada para que sepa lo que tiene que tomar y a qué horas, te paras más para explicarle”, dice Gil, que recuerda que la tarea del profesional es comprobar de que la persona ha comprendido la pauta correctamente.