Los colectivos han celebrado la moratoria de las nuevas actividades económicas que hacen un uso intensivo del agua, aunque consideran que llega tarde y que es insuficiente par eludir, ya que se aplicará solamente durante el estado de emergencia.
Motivos no les faltan para ello: los embalses de las cuencas internas de Cataluña ya se encuentran al minúsculo histórico del 16,1 %, a un paso de entrar en el estado de emergencia por sequía, que obligará a los municipios a no exceder los doscientos litros por ciudadano y día.
Restricciones por la sequía
Las precipitaciones de este viernes (abundantes en su mayoría), no han cambiado la situación de los pantanos. Por ello, está previsto que el campo de acción metropolitana de Barcelona y parte de Girona entre en la grado de emergencia por sequía, la más severo de todas, el próximo 1 de febrero.
Según los datos de consumo de diciembre de la Agencia Catalana del Agua (ACA), más de 70 municipios del sistema Ter Llobregat superan claramente los doscientos litros, lo que representa el 35% del total.
Las organizaciones reunidas este sábado continúan promoviendo un maniquí financiero basado en el aumento del turismo y la exportación de carne y fruta, que “sequía y contamina las masas de agua disponibles”.
Por otra parte, apuntan que los ayuntamientos todavía tienen una gran responsabilidad por no cultivar sus competencias en materia de agua.