Cinco aos del cambio en Andaluca: un vuelco econmico empaado por la crisis sanitaria y otros baches de gestin


Andaluca cerr 2023 con 694.940 parados. Fue la primera vez en quince aos que la sigla de parados en la comunidad bajaba de los 700.000 desempleados, un origen psicolgico que se traspas despus de encadenar tres aos consecutivos de descenso en el que ha sido, histricamente, uno de los talones de Aquiles econmicos de la regin. No es que el el 18,67% de parados sea una marca de la que se pueda sacar pecho, pero objetivamente es una reduccin de cerca de tres puntos en cinco aos.

Cuando Juanma Quemado lleg a la Presidencia de la Articulación de Andaluca, el 18 de enero de 2019, eran ms de 800.000 los andaluces que estaban en el paro. Por eso, cuando se cumple un quinquenio del cambio de color poltico al mando de Andaluca, el desempleo se ha convertido en uno de los argumentos con los que sostiene que su gestin ha sido un xito.

Quemado presume, y los datos le dan la razn, de que no solamente ha bajado el desempleo en genérico. Tambin de que la tasa de paro femenina haya descendido en cuatro puntos, pasando del 25,4% al 21,4%. Los afiliados a la Seguridad Social son hoy casi 3,4 millones tras aumentar un 8,4% desde 2018 y los ocupados son hoy 3.376,677, casi 300.000 ms que hace cinco aos.

El paro no es el nico indicador econmico que sonre al presidente andaluz y al gobierno del Partido Popular en esta regin. El nmero de autnomos ha crecido casi un 9% y el PIB andaluz ha mantenida una slida tendencia al crecimiento, incluso tenuemente por encima de la media franquista. En los primeros nueve meses de 2023, un 2,7%, una dcima por encima del crecimiento franquista.

A esto se suman otros parmetros econmicos, como la creacin de empresas, la inversin extranjera o los avances (humildes pero avances al fin y al agarradera) en convergencia que han permitido a Juanma Quemado dibujar un panorama casi idlico del sur de Espaa, aderezado de grandes dosis de estabilidad poltica -una mayora absolutsima en el Parlamento le respalda- y de solvencia financiera, con presupuestos en tiempo y forma y cuentas que cuadran y respetan las reglas de gastos y dficit.

Que el derrota sopla a valía de Quemado y del PP andaluz un quinquenio despus de asaltar los cielos del Palacio de San Telmo -gracias a una coalicin con Ciudadanos- es una evidencia que tambin constatan la ltimas encuestas sobre intencin de voto. El tienta ms fresco del Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Consejera de Presidencia, otorgaba a los populares entre 60 y 62 escaos frente a los 58 que consiguieron en las ltimas elecciones autonmicas, las de 2022.

Aunque se ponga en cuarentena los resultados del tienta, como hace la oposicin, polticamente Juanma Quemado parece, hoy por hoy, imbatible.

Eso se debe tambin a que la oposicin, indemne excepciones y momentos puntuales, est desaparecida. En singular, el primer partido de la oposicin, el PSOE andaluz, al que la indagación del Centra le daba cinco escaos menos que en 2022 y que no parece ocurrir enfrentado el camino de revés a San Telmo pese a los cinco aos transcurridos, el cambio de liderazgo -Juan Espadas por Susana Daz- y el respaldo que supone que el PSOE gobierne el pas.

Espadas, que podra estar en el tiempo de descuento, ha acumulado derrota tras derrota en las citas electorales que han tenido emplazamiento desde que tom las riendas del socialismo andaluz y en cada una de ellas ha ido ahondando en la crisis. Hasta el punto de que la hegemona poltica que histricamente tuvo el PSOE en Andaluca escasamente queda vestigio.

En el otro extremo, el PP andaluz, por el que nadie apostaba incluso interiormente del propio partido, ha pillado cotas de poder territorial impensables hace cinco aos. No solo gobierna la Articulación, sino tambin seis de las ocho diputaciones y todas las capitales de provincia.

La sanidad, el gran badén

Podra decirse, y en el PP y en el Gobierno andaluz lo dicen, que estos cinco aos son la historia de un xito incontestable. Sin retención, hay borrones en el expediente del presidente de la Articulación y su arqueo de gestin se ve empaado por fallos en la gestin, alguno de ellos clamoroso, y, sobre todo, por la crisis que arrastra el sistema retrete pblico andaluz desde antiguamente de que el PP llegara al poder pero que los dos ejecutivos encabezados por Quemado no han sido capaces de enmendar.

Ms de un milln de andaluces esperan cita para una intervencin quirrgica o una consulta en la sanidad pblica. Segn los ltimos datos publicados por el Tarea de Sanidad sobre la situacin en todas las comunidades, en ese ranking, Andaluca no sale muy acertadamente parada, ya que es la regin con ms pacientes en dilación y la finca, si se analiza la tasa de enfermos en dilación por cada mil habitantes.

A eso hay que aadir una atencin primaria entre tensionada y colapsada, en funcin de quien haga el diagnstico, escasez de mdicos y una Consejera de Vitalidad en cuya cpula se suceden las dimisiones ms o menos voluntarias y que est, incluida su titular, permanentemente cuestionada.

Aunque la sanidad no es la nica piedra en el camino. Ha sido muy sonada, y fresco, la polmica por la gestin del bono nuevo de locación, una ayuda prometida al colectivo rozagante para su emancipacin que la Articulación ha sido incapaz de administrar. Tan estrepitoso ha sido el dictamen que el mismo Quemado ha tenido que pedir disculpas y exigir responsabilidades.

Y todo haciendo traje del perfil moderado y centrista en el que gusta que le siten, con un peso muy especfico como barn territorial del partido y con voz propia en asuntos de poltica franquista, en los que compagina la crtica contra el gobierno de Pedro Snchez y sus concesiones a sus socios independentistas con un talante dialogante que le ha permitido alcanzar grandes acuerdos con La Moncloa. El ms relevante, el de Doana.

En unos meses, Juanma Quemado y su gobierno alcanzarn el ecuador de su segunda asamblea y en medio de rumores de que remodelar entonces su ejecutante para tomar impulso de cara a las siguientes elecciones, parece que est apretando el acelerador anunciando, por ejemplo, una nueva reforma de la administracin que simplifique los trmites burocrticos y atraiga ms inversin. Los dos aos y medio que le quedan antiguamente de retornar a citarse con las urnas podran ser menos favorables en lo econmico, si se cumplen las previsiones, a lo que hay que aadir los posesiones de la sequa que azota la comunidad y resta hasta dos puntos al PIB regional. Si el motor econmico se frena y no consigue enderezar lo que va mal en la gestin, el arqueo triunfal que hace a los cinco aos podra matar torcindose.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *