Ellos accedieron, creyendo que seguían a plazo fijo. La sinceridad era muy diferente: su entidad bancaria había pasado sus ahorros a un fondo de inversión, donde debían tener sus ahorros durante siete abriles antiguamente de poder retirarlos.
“Me hicieron firmar un montón de hojas, papeles y más papeles, que hubiera precisado tres días para analizar”. Documentos que Vicente firmó sin poder analizar, y fue tiempo luego, cuando se enteró de lo que había firmado efectivamente, y cómo le habían engañado, según dice: “Luego me enteré de que había firmado como que estaba conforme y que me habían explicado todo acertadamente, y eso no es así, esos documentos eran una crueldad de mentiras”.
Una vez pasaron esos siete abriles, fueron a su sotabanco con intención de sacar sus ahorros, ahí fue cuando llegó la sorpresa: Ningún beneficio generado y sólo estaban disponibles 44.000 de los 50.000 euros que habían depositado en un principio. “Yo ahora mismo no sé donde metieron mi efectivo, no lo sé aún. No he pasado ningún beneficio de todo lo que se me había vendido, luego de todo lo que hemos sufrido”, insiste.
Su hija Silvia fue quienes les ayudó con el proceso de la denuncia para poder recuperar sus ahorros: “Ellos estaban en un fondo de inversión 100% asegurado, donde debían tener los ahorros siete abriles, y pasado ese tiempo cuando fueron a sacarlos se encuentran que los habían pasado a bolsa. Les dijeron lo que podían cobrar, pero no lo que podían perder”.
Con su denuncia han conseguido demostrar las irregularidades que cometió su identidad bancaria: “El test de idoneidad de mi causa no está, y las respuestas de mi padre eran todas mentira, mi padre no había respondido cero, habían respondido ellos por mi padre”. Ahora, tras ocho abriles, respiran con tranquilidad, han recuperado todos sus ahorros, esos que daban por perdidos, incluso.