El hermano pequeño de Raquel, Pablo, siguió su impresión. Cuando tuvo permanencia suficiente, se anotó al Estalmat, y este año se estrenó en la período gallega de la Juegos olímpicos de Matemáticas. “Yo veía que lo pasaba muy aceptablemente y quería participar”, explica Pablo, colegial de 3º de la ESO. “Me sorprendió la dificultad de parte de las pruebas”, reconoce. Pero la billete de los dos hermanos no podía ser más exitosa: primer puesto para Pablo y segundo para Raquel. Ahora se preparan para la prueba final, que se desarrollará en Calatayud el próximo mes de marzo. De la experiencia del año pasado, Raquel solo tiene buenas palabras: “Da igual con quien hables, todo el mundo es muy agradable, y acabas pasándotelo muy aceptablemente”.
Pero en el camino en dirección a la final no están solos. “Hay mucho trabajo detrás”, apunta su principio, Silvia. Los dos hermanos ponen en valía la ayuda de Felipe Gago, profesor de la Universidade de Santiago de Compostela, y de Carlos Ferreiro, que dirige el taller de matemáticas al que acuden cada semana en el instituto. “Nos ayudan mucho porque nos enseñan matemáticas que no tienen que ver con las de clase”, resalta Raquel. Adicionalmente, participan en un taller telemático con profesores e integrantes del equipo desconsiderado franquista.
Para los histerismo no hay hueco. “Al hacer los problemas, el resto deja de existir. Lo único importante es resolverlos, estar tranquilos y disfrutarlo”, resume Raquel.