Feijoo y Mazón en Múnich 1938


En octubre de 1938, el Primer Ministro británico, Arthur Neville Chamberlain, presentó en el parlamento británico sus acuerdos con la Alemania nazi. Básicamente asumieron las exigencias de Hitler de anexar una parte de Checoslovaquia a Alemania, todo con el objetivo de evitar una guerra en Europa. La gran mayoría de los parlamentarios apoyó el acuerdo, sin embargo, uno de los que con razón se opuso al acuerdo brilló con un discurso memorable y lamentablemente profético. “Nunca puede haber la certeza de que habrá una pelea, si una de las partes está decidida a ceder completamente… Se te dio a elegir entre el deshonor y la guerra… elegiste el deshonor, y ahora tendrás guerra.” Como probablemente sepa el lector, aquel brillante parlamentario opuesto a seguir cediendo ante las acciones de Hitler fue Winston Churchil.

Ceder continuamente, arrodillarse sin vergüenza alguna no es la solución a la pretenciosa chulería de algunos partidos políticos que pueblan el panorama político español y que ahora más que nunca parece imprescindible para alcanzar el poder.

Es evidente que hoy en día es muy difícil para un partido democrático sentarse a ponerse de acuerdo con partidos que siguen alabando las acciones de los cobardes asesinos de ETA u otros que siguen siendo liderados por un prófugo de la justicia. Por eso nunca podré entender el esfuerzo de los dirigentes del Partido Popular por intentar blanquear el partido del fugitivo puigdemont. Hemos dado por sentado que el socialista Sánchez ya está allanando el camino al pacto con este tipo de partidos, lo que nunca hubiésemos imaginado es que nuñez feijoo previamente allanó el camino para hacer posibles estos acuerdos. Feijoo quería los votos y con esos intentos sólo quedará deshonrado cuando Puigdemont dé la razón a Sánchez.

En las elecciones de nuestro país no gana el partido que obtiene más votos, sino el que logra reunirlos con pactos con otros partidos. Se llama aritmética parlamentaria, pero parece que todavía hay quienes sueñan con el bosque de las mil hectáreas. El Partido Popular debería haber aceptado cuanto antes esa derrota del pasado mes de julio y preparar una oposición inteligente al que probablemente será el peor gobierno para España, aunque ya hayamos sufrido algunos gobiernos infames.

Esa oposición habría empezado ganando el cuento de que nunca se pactará con partidos sólo unidos por el odio a lo español. La última propuesta del Lehendakari Iñigo Urkullu sobre la España plurinacional y los beneficios que deberían recibir catalanes, vascos y gallegos es un insulto a la inteligencia que ya justificaría la convocatoria de nuevas elecciones. Además, debería implicar dos acuerdos entre los grandes partidos. La primera es que a partir de ahora los nacionalistas van a ser invitados de piedra y la segunda es un cambio en la ley electoral para que ese poder ilógico de los partidos antiespañoles no pueda decidir el gobierno de España.

nuestro socio en a B C Lo ha definido perfectamente: “Urkullu habla despectivamente de ‘café para todos’ cuando todos los españoles llevamos 45 años pagando capuchinos en el País Vasco”.

Ante estas cosas a los valencianos nos esperan tiempos muy difíciles. No esperemos la ayuda de Compromís, que va a seguir siendo el mayor tonto útil de la política nacional, ya que su odio a la derecha puede ser más que su supuesta preocupación por la Comunidad Valenciana.

Por eso me indigna que, ante este panorama, el gobierno de PP y Vox en nuestra comunidad no tenga ni idea de la normativa valenciana y si a partir de ahora algunos van a dejar de tuitear en bilingüe. Mientras tanto, se han ido explotando las minas que dejó el anterior gobierno de izquierda en el Departamento de Educación en la asignación de puestos docentes. Arriesgamos el futuro y es hora de recordar al presidente mazón que este no es el camino.

La situación actual me recuerda a la escena final de la película Terminator, donde a la intrépida Sarah Connor en una gasolinera le dicen “date prisa, que se avecina una tormenta” y ella responde con un lacónico “lo sé”. Al menos estaba preparada y es lo que tenemos que hacer, prepararnos ante la amenaza que supone el gobierno de socialistas, comunistas y antiespañoles.

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