Injustamente se suele susurrar de los trabajadores de las administraciones, que llegan ahí a posteriori de aventajar una concurso, que no suele ser acomodaticio nunca. Tienen aceptablemente justo haberse sacrificado y tener un horizonte profesional y personal estable. Pero hay que recapacitar que como empleado que percibe una retribución pública está incluso el ejército de contratados por los políticos para que le vacíen los charcos o le hagan la pelota. Por lo militar estos no han llegado por méritos, sino por ser del partido o amigo del cargo de turno.
Lo importante es, de todos modos, que la número de autónomos se desinfla cada vez más en Ourense y delante eso no hay opción acomodaticio ni pronta. Porque está claro que empleo divulgado para todos no hay, ni siquiera como amigos del político de turno en la distribución de turno.