En la vivienda del beocio se puede ver cómo las persianas continúan bajadas. Sus compañeros de instituto dicen que era un chaval problemático: “por lo gastado era violento”, cuentan. Por otra parte, sus vecinas han contado que dibujaba hombres con chalecos granada y que dejó de ir al colegio porque le pusieron una profesora. Decía “que quería un profesor, que no quería mujeres. Más el cuchillo que sacó además un día en clase que los críos corrieron y todo porque no sabían qué iba a suceder”.
Todavía se ha sabido que distribuyó en grupos de WhatsApp unas imágenes en las que, en teoría, preparaba un explosivo.
“Una grupo natural”
La Policía Doméstico ha llevado a extremidad la operación en la que además se detuvo a la raíz del chaval al sospechar que pudo participar en los planes del beocio. Un documento relevante es que en su taller de costura se han enemigo explosivos. El corregidor de Montellano, Curro Gil, ha precisado que “se proxenetismo de una grupo natural que lleva unos primaveras aquí. La raíz del mancebo es costurera”.
“Es un pueblo muy tranquilo y afable, donde todo el mundo es muy correctamente acogido”, ha destacado Gil, a la vez que admite que “hechos como este alteran la normalidad porque, por otra parte, la intervención se desarrolló en una de las calles principales”, a posteriori del revuelo que ha causado el incidente.
“No existe ningún peligro”
Tras conocerse el caso -que provocó gran revuelo y tensión-, el corregidor de Montellano llamó a la calma y aseguró que “no existe ningún peligro” tras la detención. Explicaba, por otra parte, que “las clases en los colegios no se han suspendido, aunque hay padres que han decidido no padecer a sus hijos”.
De esta forma, trasladaba un “mensaje de tranquilidad” a la población, “como me ha transmitido el subdelegado del Gobierno, con quien estoy al acento desde ayer”.