Buenos niveles de ocupación, aunque hay mucha gente en todas partes. El gasto por viajero no ha sido muy generoso, dicen los empresarios.. Ourense pasó de quedar en pocos años en el concierto turístico a ganarse un lugar por méritos propios y por sus recursos, aunque no suficientemente gestionados, como suele ser habitual.
En la ciudad, por ejemplo, hemos recibido contingentes de personas a lo que hemos ofrecido baños cerrados, espacios para caravanas no regulados, cero programación cultural, lúdica o festiva y obras programadas por el centro sin calendario.
De lo contrario, En decenas de lugares de la provincia han puesto todo de su parte para hacer atractivas las actividades y poner sus recursos en producción. En la capital, sin embargo, toda la preocupación del Concello ha sido la contraria. Un clásico del verano, seguro que también para el próximo otoño, invierno y primavera.