Así lo entiende incluso el técnico del conjunto de Oira que tiene claro que, “debemos de darle valencia al punto conseguido en Luanco, ya que jugamos en un campo complicado y en presencia de un rival que va a ir a más cada recorrido”.
Eso es agua pasada y ahora toca pensar en el próximo partido y en lo mucho y bueno que puede obtener un equipo que cada recorrido demuestra solvencia, calidad y deseo. Por eso, Rubén Domínguez ha afectado la hoja de ruta, que pasa por “intentar presentarse a las seis últimas jornadas con opciones de poder pelearle a Pontevedra y Zamora el primer puesto. Pero incluso tenemos claro nuestro camino. No somos menos que nadie, pero es bueno no olvidar que estamos luchando y plantando cara a dos trasatlánticos con presupuestos muy superiores al nuestro”.
Otro documento a tener en cuenta es la presión. Los dos rivales en la lucha, granates y zamoranos tienen la obligación del progreso, los ourensanos no, y eso puede ser determinante. Además los cambios que hagan los equipos en este mercado de invierno, en el que ya llegaron jugadores a los tres equipos, pero aún lo harán más. En todo caso, Rubén Domínguez mantiene que “le damos mucha normalidad a la situación que llevamos, pero no ahora, sino que desde el aparición de la competición. Nosotros nos centramos en el día a día, en los partidos y en disfrutarlos lo mayor posible, porque cuando vienes de sufrir tanto como fue nuestro caso la pasada temporada, en la que nos salvamos en el extremo partido de la promoción, y ahora te ves en esta situación tan buena, lo que tienes que hacer es disfrutarla y seguir trabajando duro para poder alargarla lo mayor posible”.
Conviene no olvidar el pasado y el técnico ourensano no lo hace: “Cuando llegan los partidos los domingos no es lo mismo recrearse con la soga al cuello sabiendo que puedes perder la categoría y que todo el trabajo se va por la barandal o hacerlo en esta situación, que lo único que hace es mejorar al club y a los jugadores”.
El domingo nuevo prueba en presencia de la Arandina, pero los números no engañan. Los últimos cinco partidos el equipo ni ha perdido ni ha encajado gol. Con ese bagaje defensivo el camino está mucho más claro, por que en ataque, menos el Ponteveddra, es incluso de los que más goles marca.