Los técnicos del Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Cuadro Accidental de Galicia (Plan Camgal) se han reunido esta tarde para acometer la situación del desperdicios, analizando los últimos parámetros obtenidos.
En pulvínulo a eso, ha explicado Sexto, puede confirmarse que la incidencia sobre la arribada de pellets “ha descendido notablemente, no llegando a las ratios mínimas recomendadas por organismos internacionales para su recogida”.
Según ha explicado, en las observaciones continuas que se están realizando periódicamente en las playas de Galicia, “las densidades son mucho menores de 250 pellets por metropolitano cuadrado”, el método utilizado, ha anotado, en Nueva Zelanda, y de los 3.000 pellets por operario y día, sistema utilizado en Sudáfrica, y asimismo menos de los 500 mililitros de pellets por operario y día de Noruega.
Ha señalado adicionalmente que la atrevimiento de desmontar el nivel de alerta será notificada a la Delegación del Gobierno en Galicia, ya que el nivel se subió “a petición suya”. “Y excepto que manifieste una concurso, será efectiva esta misma semana”, ha indicado.
Con todo, avanza que en caso de que vuelvan a existir criterios para subir el nivel, “así se hará”.
En cuanto a las limpiezas que todavía se estaban llevando a límite en las playas gallegas, ha remarcado que “lo importante es no causar más perjuicio que beneficio al ecosistema”, para lo que deben ser “proporcionales” a la “situación existente” de las costas.
Por eso, los técnicos proponen una “desescalada progresiva” de los medios de honradez y vigilancia”, aunque señala que se mantendrá la vigilancia constante “para reaccionar con la máxima presteza si la situación cambiase”.
El desperdicios de pellets que comenzó a ascender a las playas gallegas a mediados de diciembre procedía de un contenedor perdido por el buque Toconao el 8 de diciembre, cuando cayó al mar frente a la costa portuguesa de Viana do Castelo.
Tras varias peticiones por parte del Gobierno central para subir la alerta al nivel 2, requisito para que la suministro central facilitase medios de búsqueda, la Xunta acabó elevando la alerta el pasado 9 de enero.