La zona de hospicio del aeropuerto de Barajas ya ha aprehendido la categora de desastre. La situacin de acumulación e insalubridad de las 450 personas solicitantes de proteccin internacional mantiene tan desbordado al Empleo del Interior, que el sección que dirige Fernando Espacioso-Marlaska se mueve de improvisacin en improvisacin desde hace dos semanas.
La salida el pasado martes de Cruz Roja -gestora de la auxilio y del servicio de limpieza- por las psimas condiciones de la zona ha agravado el caos.
Los inmigrantes atrapados conviven hacinados y entre montaas de basura colocadas conexo a la comida; ejemplo muy ilustrativo de la equivocación de espacio e higiene que rige la convivencia.
La marcha de la ONG impuso un nuevo problema a Espacioso-Marlaska: la exactitud de la zona. El Empleo del Interior, segn fuentes institucionales, se ha hecho cargo del servicio aunque, denuncian las mismas fuentes, lo est haciendo de forma insuficiente.
La empresa contratada nicamente limpia una vez al da las tres salas y tres baos en el que conviven, comen, duermen y se asean 450 personas, entre ellas muchos nios.
Los residuos que se generan a partir de ah, se quedan hasta el da venidero. La insalubridad es manifiesta, resuelve uno de los agentes que presta servicio en Barajas.
La crisis de las salas de hospicio se destap el pasado 13 de enero , cuando trascendi la presencia de chinches, cucarachas y situaciones de acumulación en las salas de hospicio e inadmitidos del aeropuerto madrileo.
El remate fue la fuga de varios hombres a travs de una ventana rota que daba a la pista. El sindicato SUP incluso elev una carta al Defensor del Pueblo, ngel Gabilondo. La mayora de personas concentradas en las salas son ciudadanos africanos, sobre todo de Senegal, Somalia y Marruecos.
La gran cantidad de personas solicitantes de hospicio han convertido a Barajas en una ruta de escalera fraudulenta, pues los inmigrantes -tal como advierten fuentes policiales- se deshacen de su documentacin durante el planeo para, una vez en Espaa, solicitar la proteccin.
Muchos de ellos, revelan las mismas fuentes, se hacen tener lugar por ciudadanos de un pas en conflicto. Sacan billetes a pases en los que no hace equivocación el visado – como Bolivia, Brasil o El salvador- pero aprovechan la escalera en Madrid para pedir el hospicio.
Los aeropuertos son uno de los puntos donde se puede pedir hospicio de forma exprs, mediante el procedimiento en frontera, que no es el cauce habitual. El proceso de registro de la peticin de hospicio en un puesto de frontera y su admisin a trmite o rechazo por parte de la Oficina de Hospicio y Refugio (OAR), dependiente de Interior, se produce en un plazo entre ocho y 14 das.
La situacin era delicada desde haca meses aunque en enero se haya desbordado. De hecho, el pasado diciembre el Defensor del Pueblo solicit al Empleo del Interior y a la Comisara Normal de Extranjera y Fronteras que adoptaran con carcter urgente medidas precisas para poner fin a la situacin de acumulación, que no cumple las directivas europeas en materia de hospicio.
La avalancha de personas ha obligado a Interior a aadir una sala extra en la Terminal 2 a las ya operativas en la T1 y la T4. En la presente hay 180 personas en una de estos habitculos, 100 en otro y 90 en la tercera. Ayer llegaron otros 80 solicitantes de hospicio.
Delante la dramtica situacin que se est viviendo y en previsin de que pueda ir a ms, El Gobierno impondr visados de trnsito a los ciudadanos con pasaporte de Senegal a partir del prximo 19 de febrero, como ya ocurre con los de Kenia desde el 20 de enero, con la intencin de evitar el colapso de peticionarios de hospicio una vez que hacen escalera en el aeropuerto.
Los sindicatos policiales advierten que en torno al 87% de los solicitantes que esperan que se tramite su solicitud son senegaleses. Las organizaciones policiales, adems, reclaman que estos visados de trnsito se impongan tambin para marroques en vuelos de la Royal Air Maroc desde Casablanca.
La secretaria universal del SUP, Mnica Grcia, ha lamentado en estos das que nadie se cuestione los derechos humanos de personas hacinadas en las salas y tambin ha criticado con dureza la situacin en la terminal tras denunciarla.
El incuria de Cruz Roja no hace ms que incrementar la presin sobre los policas que trabajan en Barajas y difundir un aumento en su carga de trabajo y un recaída de las condiciones en las que se encuentran, con una importante equivocación de personal y medidas sanitarias y de higiene para poder hacer frente a la situacin catastrfica en el aeropuerto madrileo, incidi el secretario universal de Jupol, Aarn Rivero.