Día 1 de septiembre. Para muchos el auténtico día de Año Nuevo. Los termómetros todavía superan los 20 grados pero las olas de calor ya son un sofocante recordatorio de las semanas pasadas. La mente se sitúa en la “vuelta al cole”, una vuelta a la realidad que no acaba con la vida académica.
Una remontada que también está manchando el armario, en el que los bikinis se guardan “hasta que veamos más” y se empiezan a añadir capas a nuestros looks diarios a medida que las páginas del calendario desaparecen. Listo para la temporada que se nos viene encima, puedes empezar a crear tus propuestas estilísticas en base a las tendencias que veremos este otoño.
Ya saturada de tanto rosa en ropa e incluso electrodomésticos, la fiebre Barbie amaina en otoño para dar paso a dos tonalidades que serán las más tendencia de la temporada. La “lavanda digital”, un suave color lila pastel que firmas como Versace o Altuzarra han subido a la pasarela. Otro color de gran fuerza será el rojo; concretamente la llamada “sangre de buey”, con cierto toque azulado y algo más apagado que el tono de la pasión.
Después de varios meses mostrando sus “piernas” -nunca mejor dicho-, los danzantes aparecen triunfantes en el mes de la caída de las hojas. Los catálogos de todas las tiendas ofrecen ya diferentes propuestas adaptadas al gusto y estilo de cada una; desde el estilo clásico de Chanel y propio de los profesionales del ballet hasta modelos con puntera pronunciada y todo tipo de adornos.
Y cuando llegue la hora de las botas y los botines, nuestros pies quedarán hechizados por los zapatos “de bruja”, con punta en punta y tacón bajo y puntiagudo, similares a los que siempre usan las brujas de los cuentos de hadas. De ahí su nombre.
Las bermudas están de vuelta y son la alternativa de otoño perfecta a las faldas. Los hay de todos los estilos: explorador, pinzas, denim… Ajustados o sueltos, lo importante es que terminen a la altura de la rodilla y que se adapten a tu estilo.
Los jeans, por supuesto, seguirán ocupando el trono en el reino de los pantalones.. Los hay de todos los colores y siluetas, pero ahora se les añade una pizca de creatividad para adornarlos con cordones, tintes o volantes que los convierten en prendas de última tendencia que añaden un toque especial a cualquier look básico.
Y, para sorpresa de todos, las famosas han empezado a salir en bragas -o incluso calzoncillos- a la calle. Una tendencia que es más de foto que de la vida real pero que puede materializarse en el regreso de los pantalones cortos en invierno acompañados de mallas, una tendencia de los años 2000 con la que adaptarse a esa cuestionable moda de dejar los pantalones en casa, aptos sólo para los más atrevidos.
Una silueta que vuelve al imperio oversize es la de los años 50, la de las faldas con vuelo que tanta fama le dio a Dior en sus inicios. En esta tendencia lo importante es marcar bien la cintura con cinturones, adornos o por el propio corte de las prendas.
Pero, sobre todas las cosas, el próximo otoño será el de los looks compuestos por prendas básicas y aderezado con complementos especiales. Fáciles de combinar, con infinitas posibilidades creativas y que conforman el armario perfecto, serán los protagonistas lejos de las estridencias, los quebraderos de cabeza matutinos y las tendencias con fecha de caducidad corta.