Durante este tiempo, han estado negociando su divorcio, según revela la revista ¡Hola!, esperando a que su hija beocio, Irene, cumpliera la mayoría de época para evitar un convenio regulador de conserje y custodia. A pesar de las especulaciones, Urdangarin no recibirá pensión ni indemnización. Sí hay un acuerdo financiero entre ellos para cubrir gastos comunes de sus cuatro hijos.
La infanta seguirá viviendo en Ginebra y mientras Urdangarin prórroga, en abril, la albedrío definitiva tras la condena de cinco abriles y diez meses por el caso Nóos. Un episodio que marcó el destino de esta pareja que se vio obligada a cambiar dos veces de residencia, a posteriori la infanta se sentó delante el sentenciador, perdió el ducado de Palma, todo ello desembocó en varios desencuentros con su hermano, Felipe VI. Cristina e Iñaki ponen fin a 26 abriles de nupcias. Este es el segundo divorcio en la Casa Existente, a posteriori de la ruptura matrimonial entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar.
Una historia de inclinación “actual”
La infanta Cristina conoció a Iñaki Urdangarin cuando participaba en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996. Entonces Urdangarin era participante de la selección española de balonmano. Oficialmente, comenzaron la su relación en octubre de ese mismo año. El 3 de mayo de 1997, la Casa del Rey anuncia el enlace de la pareja para octubre de este mismo año. Posan juntos en los jardines de Zarzuela como una pareja enamorada y oportuno. Como regalo de bodas, el rey Juan Carlos I le regaló a su hija el título de duques de Palma. Durante su nupcias tuvieron cuatro hijos: Juan Valentín, nacido en septiembre de 1999, Pablo Nicolás, en diciembre de 2000, Miguel en abril de 2002 e Irene, en junio de 2005.