Alabama planea ejecutar al reo, Kenneth Smith, que ya “sobrevivió” a la inyección mortal, con gas ázoe, un método que priva a la persona de oxígeno, y que hasta el momento solo se ha puesto en praxis con cerdos.
Según la oficina de la ONU para los Derechos Humanos, este método de ejecución podría constituir un trato cruel e inhumano, equiparable incluso a la tortura.
El primer intentó de ejecución no salió delante
La corte ya rechazó otro intento de que Smith, condenado por el homicidio de Elizabeth Sennett en 1988, fuera ejecutado con una inyección mortal. Sus abogados argumentaron que los funcionarios pincharon en numerosas ocasiones el padrino del preso para intentar encontrar una vena, sin éxito, provocándole un dolor severo.
No obstante, otros dos estados, Oklahoma y Misisipi, han admitido la utilización de gas ázoe.