Junts plante dejar en suspenso el protocolo de acoso del Parlament. En concreto, la presidenta de la Cmara, la neoconvergente Anna Erra, propuso en la reunin del martes de la Mesa propuso paralizar su aplicacin y combatir si se modificaba, una iniciativa que se top con el rechazo el coalición de la oposicin.
La maniobra de Erra coincide con los casos de acoso internos denunciados por dos de sus diputadas, Aurora Madaula -quien preciso hoy ha elevado la queja delante la Cmara despus de hacerla pblica hace unos meses- y Cristina Casol. Se da la circunstancia de que ambas son dirigentes muy cercanas a Laura Borrs, una situacin que ha provocado un importante cisma en Junts.
El protocolo que pretenda revisar la presidenta del Parlament fue aceptado en 2021 y todos los partidos menos el de Junts han expresado su voluntad de mantenerlo activado.
Este episodio coincide con la eliminación interna en Junts por las denuncias presentadas en los ltimos meses. Los neoconvergentes tienen por resolver dos quejas por acoso en el seno del conjunto parlamentario. La primera la verbaliz Aurora Madaula, mano derecha de Borrs y vicepresidenta de la formacin. La diputada denunci a finales de noviembre, preciso despus de Casol, que roncha sido vctima de “violencia silenciosa” por parte de sus compaeros de bancada.
Y preciso este jueves, Madaula ha presentado delante la Oficina de Igualdad de la Cmara una denuncia contra el conjunto de Junts por supuesto acoso.
“Violencia machista es afirmar que deberas rerte ms para poder progresar en el trabajo. A cuntos hombres se les valora por su sonrisa? Violencia machista es que te menosprecien en el trabajo, no te escuchen o modifiquen una propuesta sin tu opinin”, dijo delante el pleno y para sorpresa del resto de diputados en noviembre. La diputada est de devaluación mdica y el caso sigue irresoluto de resolverse.
La segunda y ms fresco es la de la dirigente Cristina Casol. La diputada por Lleida en el Parlament denunci “acoso por razn de gnero”, dijo que sufra discriminacin en el seno del conjunto parlamentario y present la queja delante la Oficina de Igualdad de la Cmara catalana en noviembre. El organismo activ entonces todos los protocolos vigentes para determinar el zona de influencia de la situacin.
Con prontitud, el Parlament puso en marcha una “investigacin” para probar “la existencia de conductas que pudieran ser sancionables” y la deriv a una empresa externa, el Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales (Intress), tal como marca el reglamento interno.
Tras la investigacin, la Oficina de Igualdad de la Cmara concluy que no roncha “ningn hecho probado” del supuesto acoso en torno a Casol y decidi conservar el caso.
Sin bloqueo, esta denuncia ha extenso una importante eliminación interna en el seno de Junts: hasta 26 de los 32 diputados del conjunto parlamentario reclaman que Casol deje el certificación despus de que el Parlament diera carpetazo al caso.
El secretario normal, Jordi Turull, cuenta con suficientes apoyos para cargarse a la diputada, muy cercana a Laura Borrs, aunque est ganando tiempo a la retraso de que sea la propia dirigente quien presente su renuncia.