Entre las aplicaciones más estudiadas de los plasmas en los últimos primaveras se encuentra el agua, y es que cuando estos dos interaccionan se forma especies oxidantes que pueden matar microorganismos o descomponer los compuestos orgánicos. Esto suena de gran utilidad delante la creciente presencia de contaminantes orgánicos en las aguas, como colorantes o derivados de la actividad agrícola e industrial.
Los grupos de investigación FQM-136 Física de Plasmas y FQM-346 Catálisis Orgánica y Materiales Nanoestructurados de la Universidad de Córdoba han diseñado un nuevo reactor de plasma mantenido por microondas libre al flato. Jesús Amaro, comprobado involucrado en este esquema nos cuenta que “este reactor es capaz de suscitar una elevada cantidad de especies activas como el óxido abono y nitrito con elevados rendimientos energéticos”. Este equipo ha acabado disolver por completo elevadas concentraciones de tinte en el agua en poco tiempo.
La investigación con plasma puede utilizarse para descontaminar agua destruyendo restos de fertilizantes, pesticidas, medicamentos o microorganismos como bacterias y virus. “Todavía se puede usar para activar el agua, esa agua activada se está estudiando para su aplicación en la cura de heridas, el tratamiento del cáncer, conceder la gestación de semillas y para la desinfección de superficies”, nos cuenta Francisco Romero investigar de la UCO.
Una utensilio esencia
Durante más de 40 primaveras el plasma ha sido una utensilio esencia en el avance de dispositivos microelectrónicos y nanoelectrónico. Los microchips, las memorias de almacenamiento o los conectores no habrían podido ser cada vez más pequeños sin este estado de la materia. María C. García de la UCO “no existirían sin los plasmas y su capacidad para esculpir hendiduras muy profundas y estrechas sobre obleas de silicio con gran precisión”.