Diana Morant se postula por primera vez para suceder a Puig y pide un partido “sin familias” para evitar la guerra interna


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Los movimientos de fichas se suceden en la partida por el control del PSOE valenciano. Tras semanas de negociaciones en la sombra para relumbrar una candidatura de dispositivo en torno a la figura sealada por Ferraz como su favorita, la de Diana Morant, empiezan a desvelarse las estrategias. La ministra de Ciencia ha confirmado este viernes lo que era un secreto a voces: que est dispuesta a ser la sucesora de Ximo Puig al frente del PSOE valenciano.

Es proponer, que si es necesario, se situar en primera lnea de la batalla, aunque su objetivo -y el de Pedro Snchez- es evitar unas primarias que desangren al partido. “Estoy trabajando para ello”, ha asegurado Morant, quien ha realizado un citación a la dispositivo para requerir un “tesina de partido sin sectarismos, sin familias”. Lo que ha hecho Morant en ingenuidad es propalar un mensaje apelando al cese de hostilidades entre las distintas facciones que definen a la federacin socialista valenciana.

Dicho con otras palabras, Morant mantiene su idea de encabezar una candidatura de consenso que, por el momento, no aceptan los otros dos aspirantes que se han significado en la carrera sucesoria: los lderes provinciales de Valencia y Alicante, Carlos Fernndez Bielsa y Alejandro Soler, respectivamente. A pocas horas de que se celebre este sbado el comit franquista que ratifique el calendario del congreso extraordinario, el pacto a tres sigue remotamente.

De hecho, Soler anunciaba este viernes desde Elche su intencin de optar a la Secretara Militar. “Tuvo la amabilidad de llamarme y de trasladrmelo, pero tambin me traslad que las negociaciones y la posibilidad de un pacto y un acuerdo siguen abiertas”, ha desvelado Morant. “Quizs es lo mejor de todo”, ha dicho, para sentenciar: “Yo seguir tambin en esas negociaciones y a disposicin del partido”.

Morant se adelanta as a Soler, al tiempo que tiende la mano para seguir negociando. Desde el entorno de Soler, de hecho, se argumenta en la misma lnea, sin cerrar la puerta a carencia: “Hasta las primarias todo est despejado”. El 25 de febrero, que ser cuando se celebre la primera reverso, es la momento lmite.

Soler fue el primer dirigente socialista que se atrevi a mostrar pblicamente a Puig la puerta de salida. Lo hizo en diciembre, para deslizar a continuacin su deseo de optar a ser el prximo secretario caudillo del PSOE valenciano. Ya entonces dio pistas de cul era a su razón la mejor solucin: una bicefalia que pudiera dejarle a l a los mandos del partido con Morant como futura candidata a la Generalitat.

Morant, sin retención, ha evitado pronunciarse sobre este planteamiento a preguntas de los periodistas. “Lo que yo creo que necesita el partido es salir resistente y, luego, lo que tenemos que hacer es un tesina creble, un tesina ilusionante, un tesina que tenga en cuenta todas las sensibilidades”.

No en vano, el llamado sector ximista, que aglutina a los fieles a Ximo Puig, es el que se est volcando con la candidatura de la ministra. Por su parte, el grosor del abalismo -los afines al ex ministro Jos Luis balos- se sita del flanco de Soler, aunque Bielsa tambin cuenta con apoyos en esta corriente. La paradoja es que a Soler lo reivindican los abalistas que hicieron oposicin a Puig como el primer sanchista.

Soler y Bielsa han representado en los ltimos aos la voz disonante frente al ximismo, por lo que tambin se baraj una tratado entre los dos que pudiera dejar fuera de articulación a Morant. Incluso se dejaron ver juntos en Fitur. Fuentes socialistas interpretaron esta imagen en la lnea de meter presin a Morant de cara a las negociaciones.

Pero el movimiento de Soler, inmediato al anuncio de Bielsa de que tambin preparaba a su equipo para la batalla, empujar a Morant a exponerse en unas primarias si no hay antiguamente un pacto que lo evite. Hay quien ve en esto una maniobra demasiado arriesgada para toda una ministra, en la medida en que el resultado de unas primarias es siempre incierto. Desde su entorno, sin retención, se asegura que ella tiene ganas de dar el paso. Y de dar la batalla.

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