«Me gustaría que al oír la marcha piensen en esa Virgen tan bonita»


Elevado como el máximo exponente de la música de Semana Santa, Abel Moreno, compositor, director, escritor, soldado… es el rostro anónimo de las marchas de penitencia y gloria más reconocidas de España, especialmente del sur. Aunque sus pentagramas abarcan distintos géneros, las notas ligadas a la religiosidad popular, algunas tan conocidas como ‘Macarena’, ‘Encarnación Coronada’, o su obra cumbre, ‘La Madrugá’, le han convertido en un mito para el capitalismo patriótico. Este sábado dirige la Banda de la Escuela Municipal de Música de la Iglesia de San Miguel de Valladolid en el estreno de ‘Reina de la Platería’, marcha triunfal en honor a la Coronación Canónica de la Dolorosa de la Vera Cruz, que tendrá lugar El 23 de septiembre. Es su primera creación para la Pasión Valladolid, aunque en León y Salamanca ya ha dejado la huella de su música.

-Maestro, define tu creación, ‘Reina de la Platería’.

Es una marcha de coronación. Es costumbre cuando se corona una imagen realizar una marcha que posteriormente en el futuro conmemora este acto solemne. No suelen ser muy fúnebres porque están de celebración.

¿Dónde encontraste la inspiración para este trabajo?

-Tengo muy buenos recuerdos del concierto que di durante la Cuaresma pasada en la Iglesia de la Vera Cruz y ante la Virgen. Me causó muy buena impresión, tanto la imagen, como la cofradía y el público. Fue la primera que dirigí en Valladolid. La imagen me inspiró mucho y, por supuesto, también aporta experiencia porque he escrito bastantes marchas de coronación. El primero fue para ‘Angustias de los Gitanos’, en Sevilla, que también se interpretará en el concierto de este sábado.

-La Vera Cruz de Valladolid es una virgen muy distinta a las de Andalucía a las que estás más acostumbrado. ¿Cómo se ha reflejado eso en la obra que hoy se inaugura?

-Hay muchas cosas que influyen. No todas las cofradías hacen su estación de penitencia de la misma forma. Algunas son más fúnebres, otras más alegres, y todo ello hay que tenerlo en cuenta a la hora de realizar una composición. La Semana Santa también es muy importante. No podemos estar hablando igual de Valladolid, Sevilla, Alicante o Zaragoza. Todo esto debe quedar reflejado. También la forma de llevar las imágenes. Se trata de una marcha procesional que se interpreta a lo largo del recorrido de esa imagen y unas son llevadas por costaleros, otras por portadores…

-Y teniendo en cuenta todos estos elementos, ¿cuál ha sido el resultado de esta marcha creada específicamente para Valladolid?

-El ritmo es más lento, más solemne. Cuando se interpretan las marchas en Andalucía hay muchos aplausos porque la gente capta ese momento. En cada lugar se vive diferente o se siente diferente.

-La marcha no tiene letra pero ¿qué dice?

-Es sólo música, pero quiero que todos, cuando la escuchen, piensen en esa imagen tan bonita de la Vera Cruz, que tanto me impresionó, y he conocido muchas imágenes a lo largo de toda la Semana Santa española. Cuando se escuche, con esa parte final tan sublime y tan solemne, que se vea esa imagen. Al principio la trompeta suena muy solemne y de alguna manera anuncia la coronación. Después se escuchan varias canciones muy dulces y delicadas porque ese sentimiento me ha inspirado. En el segundo tema incorporo mi firma: una cadencia ligeramente andaluza para que cuando la escuchen se acuerden de mí, este andaluz que ha compuesto esta marcha. Luego hay un trío final que es de los más bonitos que he compuesto, que es cuando la Virgen regresa con toda su emoción a su templo. También hay un detalle muy particular, algo que me ha pasado, que contaré en el estreno.

-En Valladolid hay cierta polémica porque cada vez hay más música en las procesiones y no todo el mundo está de acuerdo. ¿Las marchas también deberían ganar terreno aquí?

-En Andalucía los pasos los llevaban portadores, que antes no eran ni hermanos de cofradía ni creyentes porque estaban contratados. La música que se tocaba entonces no les importaba y no la tenían en cuenta. Pero vino el movimiento de los hermanos costaleros o portadores y ya les importa lo que se toca y luego imponen la música y va adquiriendo importancia. Ahora ya se requiere el tipo de música que se quiere. La gente pregunta por las marchas y conoce los repertorios. La música ha adquirido una importancia que antes no tenía, no sólo en Andalucía, sino en todas las semanas santas en general.

-¿Cuándo le gustaría que se reprodujera su marcha durante las procesiones de Valladolid?

-En la Semana Santa de Valladolid, a cualquier hora, todo el mundo está bien. Los buenos momentos en las procesiones hay que buscarlos. Hay que estar en el lugar indicado, cuando hay una conjunción de la música, la imagen, los que ven la procesión y se crea algo especial que el año siguiente puede no ser igual. Siempre digo que hay que buscar buenos momentos.

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