La secretaria de Estructura y número tres de Podemos, Lilith Verstrynge, ha anunciado por sorpresa que dimite de todas sus responsabilidades en el partido, así como su renuncia al relación de diputada. Su salida deja a Podemos con un escaño menos en el Congreso, que irá a manos de Sumar, reduciendo de cinco a cuatro los diputados morados. Los de Yolanda Díaz recuperan ese asiento y suben a los 27.
“Las despedidas son difíciles y tristes. Dejo mis responsabilidades políticas y además el relación de diputada”, ha escrito Verstrynge en la red social X. “Mil gracias a la militancia de Podemos y a las personas que habéis confiado en mi estos primaveras”.
La secretaria universal de la formación, Ione Belarra, ha despedido con cariño a Verstrynge desde las redes sociales señalando que lo más importante en este momento era que se cuidara. “Ahora lo fundamental es que te cuides y que estés adecuadamente. Podemos siempre será tu casa. Gracias por tantísimo trabajo en condiciones tan difíciles. Un estrujón enorme”, ha escrito en X.
En el mismo sentido se ha pronunciado la número dos de Podemos, Irene Montero: “La prioridad ahora eres tú. Te queremos y seguiremos caminando juntas”.
Una de las consecuencias del anuncio de la hasta ahora número tres de Podemos es que renuncia al relación de diputada. Esto provoca que Podemos pierda un escaño en el Congreso y que se quede con cuatro. Lo recupera Sumar, que sube hasta los 27 parlamentarios. Eso deja a PSOE y Sumar con 148 diputados.
La ex dirigente se presentó en la directorio por Barcelona de número cuatro y ahora será sustituida por Lumbre López, que pertenece a los comunes y que desde diciembre tiene un asiento en la Ejecutiva de Sumar.
Verstrynge ha sido en la etapa de Belarra como secretaria universal uno de los grandes pilares de Podemos, donde no sólo se ha desempeñado en la complicada Secretaría de Estructura, sino que adicionalmente ha ejercido como una de las principales negociadoras de la formación. Desde esa responsabilidad fue la persona que tuvo que bregar con Sumar para alcanzar el acuerdo de coalición para las elecciones generales de julio para meses luego estudiar las consecuencias de la ruptura del clase parlamentario y precipitar la marcha al Familia Fósforo.
Pero no sólo eso, además ha llevado a lo generoso de 2023 la configuración de las candidaturas autonómicas y municipales de Podemos para las elecciones de mayo, donde el partido sufrió uno de sus peores resultados históricos, con su desaparición de los parlamentos de Madrid y la Comunidad Valenciana, así como de los ayuntamientos de sus capitales.
Aquella calamidad provocó una cuantiosa pérdida de ingresos públicos que poco luego además se vio gravemente acentuada por el desplome de las subvenciones que Podemos iba a admitir en este nuevo ciclo político a raíz de la venida de Sumar y de la pérdida de los ministerios, donde tenía contratado a mucho personal. Esos apuros económicos empujaron al partido morado a ejecutar un ERE en el que despidió a un 70% de la plantilla y a quedarse sin trabajadores en casi una decena de autonomías.
Fuentes oficiales de Podemos explican sobre la salida de Verstrynge que ella ha estado al frente de las negociaciones con Sumar y que ha sido “una tarea muy quisquilloso que ha desarrollado en condiciones muy difíciles”. En este sentido, trasladan sus “mejores deseos” a la ya ex dirigente y aseguran que será el partido “siempre su casa”.
En el plano organizativo, Verstrynge deja a Podemos en pleno de proceso de reconstrucción luego de las dimisiones de dirigentes y candidatos o de las fugas de cargos a Sumar. El partido morado se encuentra inmerso en un proceso de primarias para nominar a las direcciones de la Comunidad de Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Asturias, Canarias y Región de Murcia. Asimismo, está votándose las listas electorales para las elecciones europeas, con Irene Montero al frente, y las vascas.
Este es el primer paso de una hoja de ruta que pretende impulsar la reorganización y el fortalecimiento de las estructuras territoriales del partido, que estaban muy debilitadas en los últimos tiempos. Sobre todo luego de las elecciones de mayo de 2023.
Cuando acabe el contemporáneo proceso de primarias habrá hasta 10 miembros de la Ejecutiva de Belarra que ejercerán a la vez de coordinadores autonómicos. Eso asegura el control tajante de la ordenamiento por parte de la cúpula, y que atarán en corto al partido en las comunidades autónomas con más peso político y donde los morados tienen más intereses. La excepción a esto es Navarra, la única región donde Podemos cogobierna, y donde lo hace con una persona proclive a Sumar.