Según el documentación de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual de 2022, cuidado por la Red Doméstico de Vigilancia Epidemiológica, en 2022, se registraron 23.333 casos de purgaciones, una emblema que casi dobla la registrada en el año mencionado cuando se contabilizaron 14.862 casos. Pero no sólo eso, los casos de purgaciones se han multiplicado exponencialmente respecto al registro de 1995, cuando se detectaron 4.599 casos.
Aumento pequeño en el caso de la clamidia, pero incremento todavía. De los 20.638 que se contabilizaron en 2021 se pasó a los 26.518 del 2022. Lo atractivo es que su tasa se ha triplicado desde 2016.
Por comunidades, las tasas más elevadas se registraron en Cataluña, País Vasco, Madrid y Baleares. Por el contrario, las más bajas en Melilla, Extremadura, Castilla La Mancha y Asturias.
Respecto a la sífilis, el número de casos se multiplica por diez respecto a 2001, aunque fue al año sucesivo cuando se registró la tasa más elevada desde 1995 con más de 1.000 casos. Aquí todavía las tasas fueron más elevadas en hombres que en mujeres.
Durante 2022, se registraron 26.518 casos, una emblema que triplica a la de 2016 con poco más de dieciocho mil casos contabilizados.
Cataluña, Navarra, País Vasco y Madrid registraron las tasas más altas. Las que menos contabilizaron fueron Aragón, Extremadura y Castilla La Mancha.
Los expertos están en alerta y expresan su preocupación por el aumento de la incidencia de estas enfermedades, que ya no solo afectan a grupos de peligro si no a la población genérico. Son infecciones serias que pueden provocar graves daños y que no generan inmunidad.