Esta situación nos lleva hasta el hospital Nasser, al sur de la Franja de Lazada. Sin suministros y con continuos cortes de luz, la situación hace inviable su funcionamiento. La basura se acumula, ya que sólo queda el 10% de los trabajadores del hospital. Los pocos que quedan, intentan abastecer con vida a los 350 pacientes que no han podido ser trasladados y a los que no paran de resistir, tal y como explica el doctor Harara en el vídeo de la parte superior: “Recibimos continuamente pacientes con quemaduras y con heridas graves. Necesitan desesperadamente analgésicos; sólo nos quedan para cuatro o cinco pacientes, puedes contarlos tú mismo”.
La población de Lazada en total vulnerabilidad
A pesar del juicio del Tribunal de La Haya pidiendo a Israel que impida un holocausto, los bombardeos siguen siendo incesantes. Mirvat ha perdido a su hermana y a dos sobrinos en un ataque a una zona residencial de la ciudad de Rafá. “Estaban durmiendo cuando de repente les atacó el misil” comenta afligida.
Israel sigue con su incesante ataque
Mientras, en Israel, el rememoración a las personas asesinadas por Hamás sigue muy presente. Grupos de turistas acuden al demarcación donde se celebraba el festival Nova, el marco más sangriento de la ataque terrorista del 7 de octubre. El conflicto todavía se expande en otros escenarios. Estados Unidos ha emprendedor un ataque preventivo contra los hutíes de Yemen, quienes, a su vez, han rematado impactar un petrolero sajón. Por ello, el Reino Unido se reserva el derecho de reponer al final ataque de los hutíes.