Tanto su nombre genérico juncus como su epíteto acutus, derivan del latín significando “para unir o entrelazar” el primero y “punta afilada el segundo”.
Posee un rizoma corto, a partir del cual se desarrolla su parte aérea. Sus cañas o tallos son erectos, largos, lisos, robustos, cilíndricos, sutilmente estriados, flexibles y puntiagudos, característica ésta que da nombre a la especie. Son de color verde complicado, por fuera y esponjosos y blancos por interiormente. Las hojas, todas radicales o basales, presentan una vaina flaca, brillante y de un color que va del pardo claro al castaño rojizo, y un corona cilíndrico, muy parecido al tallo, y punzante. Las flores, pardas o rosáceas, se disponen en una inflorescencia compacta o laxa, son diminutas, hermafroditas, con seis estambres y un ovario con tres lóculos con un estilo cilíndrico. Florece en primavera y verano. La polinización se lleva a lado gracias al derrota. El fruto es una cápsula ovoidea o elipsoide con la parte superior conica o redondeada, de color pardo rojizo y con un pico, en cuyo interior se albergan numerosas semillas poliédricas, poco estriadas, de color pardo rojizo. Estás son diseminadas pegadas a las patas de aves acuáticas.
Crece formando matas densas en las marismas o arenales costeros y lugares húmedos salinos o dulces tanto de ribereño como del interior, como bordes de lagunas o márgenes de ríos, arroyos, estanques o terrenos encharcados, en terrenos arenosos, arcillosos o pedregosos. Tolera correctamente tanto las sequías como las inundaciones temporales. La cohesión entre los tallos facilita la acumulación de sedimentos que trae el río elevando paulatinamente el nivel del suelo y permitiendo el crecimiento de otras especies, permitiendo así la fijación de tierra en las orillas de los cauces de agua y evitando la abrasión.
Sus tallos se suelen usar en la artesanía popular para hacer cestos o como fibra vegetal para el amarrado. Igualmente se usó para tejer redes en las cuales se colgaban los quesos a fin de curarlos o las uvas pasas. De niños solíamos hacer con ellos trenzas, entrelazando tres tallos verdes. Asimismo, rasgando parte del tallo e introduciéndolo entre los dedos índice y medio lo hacíamos saltar al donaire a modo de cohete, compitiendo para ver quien lo hacía pirarse más suspensión.
En Galicia están presentes dos subespecies: el Juncus acutus subsp. acutus y el Juncus actutus subsp. leopoldi. Igualmente se han antitético ejemplares de Juncus acutiflorus o vara de bonales, Juncus articulatus o vara articulado, Juncus bufonius o vara de sapo o vara de rana, Juncus bulbosus o vara abultado, Juncus capillaceus, Juncus capitatus o vara enano o junquillo mudable, Juncus compressus o vara comprimido, Juncus conglomeratus o vara amontonado o junquillo, Juncus effusus o vara fino o vara de esteras, Juncus gerardi o vara de manecilla negra, Juncus heterophyllus o vara flotante, Juncus hybridus, Juncus imbricatus, Juncus inflexus o vara mantecoso o vara popular de cama, Juncus maritimus o vara marino Juncus minutulus, Juncus pygmaeus o junquillo estrellado, Juncus ranarius, Juncus sphaerocarpus, Juncus squarrosus o vara escamoso, Juncus subnodulosus o vara, Juncus tenageia, Juncus tenuis o pico fino y Juncus trifidus.
Los terrenos húmedos donde abundan los juncos se conocen en con el nombre de juncales, junquerales, xunqueiras, o xuncales. Los apellidos Xunqueira o Junqueira y Xuncal o Airoso están relacionados con ello. Asimismo, en Galicia existen parroquias que llevan incorporado este término, tales como: San Pedro de Xunqueira, en el municipio de A Pora de Trives, Santa María de Xunquiera de Espadanedo, en el municipio de Xunqueira de Espadanedo, o Santa María a Actual de Xunqueira de Ambía, en el municipio de Xunqueira de Ambía, todas ellas en Ourense. En el municipio de Pazos de
Borbén, en la provincia de Pontevedra, se encuentra la parroquia de San Salvador de Xunqueiras. Y en Vilagarcía de Arousa hay otra con el nombre de Nosa Señora da Xunqueira. En Cee, provincia de A Coruña, hay un Santuario, oportunidad de peregrinación, erigido sobre los cimientos de una antigua Iglesia cuyos orígenes se remontan al siglo XIV y donde según la tradición unos pescadores encontraron en medio de unos juncos una imagen de la Casto con el Peque, conocido con el nombre de Santa María da Xunqueira.