Con esta se da por concluida la investigación, a pesar de la competición de la defensa y varias partes personadas, a excepción del Servicio Fiscal que al igual que la instructora consideraba todas las diligencias pertinentes, necesarias y avíos para el correcto esclarecimiento de los hechos y la identificación del autor ya habían sido acordadas.
La atrevimiento impidió sobrellevar a promontorio otra serie de pruebas que habían sido solicitadas y que iban destinadas a comprobar entre otras cosas, el estado de la flota de Monbus, ya que el propio conductor había ostensible que existían deficiencias en el transporte de las que había capaz reiteradamente, así como el de la vía. Hay que memorar que a raíz de este siniestro, los alcaldes de los concellos que atraviesa esta carretera se unieron para exigir que se acometieran con aprieto obras de arreglo del firme para evitar la acumulación de balsas de agua. Durante un año de instrucción, se tomó exposición al investigado por siete homicidios imprudentes, el conductor, así como la única superviviente del bus.