“Las ITS reflejan el comportamiento humano”, resumió a Efe Jordi Casabona, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), y añadió: “existe la opinión generalizada de que son infecciones banales que se curan relativamente fácilmente con antibióticos, entonces No hay alarma social por parte de los pacientes. ni interés de la industria ni priorización política”.
A los hábitos y la baja percepción de riesgo, “tiene mucho que ver el tema asistencial”, y a la falta de cribado de enfermedades y de un circuito protocolizado para atender los casos, se suma la falta de coordinación del sistema de salud y la heterogeneidad asistencial según comunidad autónoma, denuncia José María Molero, del grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC).
Tampoco se trata de “alarmar a la población, lo que hay que hacer es informar y educar, porque una parte muy importante del problema es que La gente no sabe que estas infecciones existen.“añade Irene Fuertes de la Vega, coordinadora del Grupo de Investigación en ITS y VIH de la Asociación Española de Dermatología (AED).
no es nuevo
Hasta el pasado 6 de agosto, los datos aún sin consolidar del último boletín semanal de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III (Renave) revelan una 57% de escalada de casos de gonorrea (de 6.471 a 11.222) y el 67% de las sífilis (que han pasado de 3.000 a 4.473) respecto al mismo periodo del año anterior.
Buena parte se han concentrado en los meses de verano, ya que a principios de junio se contabilizaban 6.153 casos de infección gonocócica y 2.650 de sífilis, lo que supone un incremento en dos meses del 54,8% y 59,2%, respectivamente.
“Es lógico que en temporadas como el verano, cuando hay aspectos más lúdicos y la gente interactúa mástambién hay más contactos sexuales y, por tanto, patologías que se transmiten por esta vía”, explica Casabona.
Pero el fenómeno no es en modo alguno nuevo: el La tendencia al alza de las ITS es especialmente marcada desde 2005, según el Centro Nacional de Epidemiología; En ese año, la tasa de infección gonocócica era de 2,91 casos/100.000 habitantes y la tasa de sífilis era de 3,39, pero en 2021 se dispararon a 32,41 y 13,97.
No hay datos históricos para clamidia porque fue considerada enfermedad de declaración obligatoria en 2015, pero los de 2021 también muestran una tasa muy alta de 48,36.
El VIH es la excepción., y aunque la cifra española (7,4/100.000 habitantes) sigue estando por encima de la europea, en 2021 siguió la senda descendente que siguió en los años 90 gracias a la introducción de los tratamientos antirretrovirales; Aún está por verse el impacto de la profilaxis previa a la exposición (PrEP), que se financiará en 2019, aunque es probable que contribuya a la disminución.
adolescentes y jóvenes
Precisamente, el VIH ha eclipsado a las otras ITS, que son “las grandes olvidadas” y en cuyo silencioso aumento España no es una excepción: la OMS calcula que, cada día, más de un millón de personas contraen una ITS, en muchos casos de forma asintomática. y que cada año hay alrededor de 375 millones de nuevos casos de Los cuatro más comunes: sífilis, gonorrea, clamidia y tricomoniasis.-.
En general se puede decir que hay más afectación en adultos, hombres jóvenesaunque “toda ITS tiene un patrón”, y mientras la sífilis y la gonorrea son dos infecciones bacterianas más asociadas a la población HSH (hombres que tienen sexo con otros hombres) con una infección previa por VIH, la clamidia es “propia de parejas jóvenes heterosexuales”.
Con 13 años como edad de iniciación en las relaciones sexualesLos expertos se centran principalmente en el grupo de adolescentes y adultos jóvenes: no en vano, en 2021 las personas de entre 15 y 24 años acumularon el 39,1% de los casos de clamidia, el 23% de los de gonorrea y el 12% de los de sífilis. .
A estas edades los contactos son mayores, hay más consumo de sustancias como alcohol y drogas y la percepción de riesgo es mínimamás aún cuando las ven como enfermedades de otros siglos, sin olvidar que la forma de relacionarse y abordar la sexualidad también ha cambiado.
“Muchas veces se politiza y al hablar de sexo pareciera que se promueven las relaciones sexuales o viceversa, pero este es un tema que hay que tomar en serio en aquellas franjas de edad en las que sabemos que se están iniciando relaciones y que van a suponer un riesgo para los próximos 10 años”.
Y los padres, a quienes “Todavía es difícil hablar un poco de estos temas. con los niños”. “Esto es responsabilidad de todos”, zanja.