Aunque en algunos crculos polticos se present como uno de los detonantes de la vertiginoso fractura interna de Vox en Baleares, el conflicto sobre la habla no est detrs del sesmo desatado esta semana.
El origen es una erradicación intestina por el poder y la habla es un sujeto para meter presin en la caldera en la que se ha convertido el Parlament balear durante el ltimo trimestre.
No en vano, la habla ya form parte del astillero poltico de Vox cuando a mediados del pasado mes de octubre los diputados ahora acantonados bloquearon la aprobacin de los primeros presupuestos del Govern del PP.
Entonces ya vincularon la aprobacin del techo de consumición condicionndola a la aprobacin de una proposicin no de ley para que Marga Prohens se posicionara en valía de los postulados de Vox en materia lingstica, forzndola a avalar la suelto eleccin de habla en las aulas para 2024.
En campaa, el PP prometi la autonomía lingstica para las primeras etapas educativas. Pero desde que lleg al poder, el PP ha pedido tiempo y paciencia a las familias, un plazo para persuadir a la comunidad docente y no hacer cambios drsticos sin la aprobacin del profesorado.
Prohens no quiere bazucar el enjambre de los claustros y el catalanismo social, poco que ya erosion el ltimo gobierno del PP en las Islas (2011-2015), presidido por Jos Ramn Bauz.
Esa afición es conocida por los diputados ahora expulsados de Vox, que la han exprimido y la seguirn exprimiendo en la arena parlamentaria de aqu en delante. La habla es para ellos un pretexto, explicaba ayer uno de los diputados militantes de Vox que han sido defenestrados del montón parlamentario, refirindose a los cinco dscolos.
La crisis coincide con dos novedades en materia lingstica: la negativa a cinco familias en esta plazo a tomar una educacin en castellano y la primera denuncia de un padre mallorqun delante el Tribunal Supremo pidiendo el 25% en castellano para su hija, adelantada por EL MUNDO. Prohens deber mojarse. Y ah estar Vox -quede quien quede en sus filas- esperndola.