Las ansiadas lluvias podrían impresionar a partir de la tercera semana de febrero. La previsión a medio plazo siempre tiene poco de incertidumbre, pero la tendencia parece ser positiva en precipitaciones para la medio sur e interior peninsular, zonas agónicas en presencia de la equivocación de agua. Sin confiscación, la tromba no será suficiente y estará por debajo de lo que corresponde para esta época del año. Así lo dice la climatología de la zona. Hasta la tercera semana de febrero, en su conjunto y respecto a la media de los últimos 30 primaveras, el agua acumulada no alcanzará los niveles normales. A posteriori, se intuye ese cambio en la tendencia.
La situación es arduo y las lluvias no paliarán la sequía en el sur. A día de hoy, los embalses se encuentran al 50,8% de su capacidad. Son 6 puntos por debajo de la media histórica de los últimos diez primaveras (56,83%). No obstante, esa es la media de toda España. Hay cuencas que incluso están por debajo de ese nivel y no logran alcanzar el 30%, una emblema inferior a la de hace acoplado un año. Por ejemplo, Guadalquivir, M. Andaluza, Segura y las Cuencas Internas de Cataluña y Guadalete-Barbate. Estas últimas registran actualmente un 15,8% y un 18,31%, respectivamente. Estos porcentajes son alarmantes y poco favorables, ya que se necesita mucha más agua y durante un período más prolongado.