El COB se pone un disfraz casi irreconocible



El COB y la LEB Oro regresan tras el parón de la Copa Princesa y lo hace en una situación de privilegio que no tenía el club ourensano desde hacía muchas temporadas. Con casi la centro de la muérdago todavía por disputar, el COB tiene la permanencia a tiro, la ilusión por arriesgar los play off más que merecida y una estabilidad en todos los frentes que cuesta memorar.

Los números

Como en cualquier deporte, las victorias son las que hacen bueno el trabajo, pero en el caso del equipo ourensano tiene matices que las hacen todavía más destacadas.

Solo por números ya está superando el extraordinario. Nueve victorias en 18 partidos le permiten estar en puesto de play off de encumbramiento a la Cinta ACB y ha jugado siempre con un colchón de seguridad sobre la zona peligrosa cimentado en su poder frente a los rivales directos. De los 9 equipos que tiene por debajo, el equipo de Félix Alonso le ha hato a 7. Solo Oviedo, Melilla y Fuenlabrada fueron capaz de ganarle, pero de los norteafricanos, precisamente en la última excursión, se vengó ganando en el pabellón Javier Imbroda e incluyendo por otra parte un promedio particular que siempre tiene valencia doble.

El play off

Mañana hace calibrado cuatro abriles de la última temporada en la que el COB había estado en puestos de play off de encumbramiento a la ACB. Fue el 1 de febrero de 2020, en la excursión 20 de una muérdago que nunca se terminaría, por yerro de la pandemia.

En la campaña ulterior el COB descendió a la LEB Plata y la pasada ni se acercó, peleando siempre por la permanencia.

El COB presente empezó admisiblemente, se ha hecho esforzado en casa y se ha conseguido empuñar a la lesiones y las dudas acullá del Pazo para estar casi siempre con los mejores. De las 18 jornadas que se han disputado, en 11 ha estado en zona de play off.

Unión y tranquilidad

Pese a estar siempre en números por encima del objetivo de la permanencia, la mala imagen en varios partidos consecutivos acullá del Pazo generó dudas hasta el punto de montar a dimitir el técnico, Félix Alonso.

En un COB que durante muchas temporadas fue de detonador realizable, la directiva presidida por Eduardo Villar y con un Consejo renovado, no dudó en sospechar por la tranquilidad y en apagar un fuego que rápido ha vuelto a dar resultados. En un club con 45 abriles de historia solo Querubín Navarro, Salva Maldonado, Rafa Sanz y Gonzalo García de Vitoria han conseguido asomar y terminar una temporada. Félix Alonso tiene todas las papeletas para ser el botellín.

Sin fichajes

Alicante y COB son los dos únicos equipos de la LEB Oro que siguen con el mismo equipo que empezaron y Félix Alonso ya anunció que al Pazo solo llegaría alguna cara nuevo por “requisito forzosa”, es sostener, por lisiadura difícil de algún deportista.

La temporada 2016/2017 es la última y a única en la que el COB no fichó sobre la marcha y fue tras el batacazo del no encumbramiento definitivo a la Cinta ACB y en una LEB Oro mucho más limitada en presupuestos y nivel en las plantillas que la presente.

Hacer la plantilla a tiempo, que el preparador y el director deportivo vayan de la mano, tener un peña humano sobresaliente y que en los despachos se confíe en la pista están haciendo que un COB con uno de los presupuestos más bajos de la muérdago esté firmando de las sus temporadas más completas. Un COB para asentarse bases sólidas desde las que seguir creciendo.

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